La muestra Obsesión infinita de la artista japonesa Yayoi Kusama, que se montó en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo y generó una afluencia inusitada de más de más de 335 mil personas, fue posible gracias a la gestión de varios años del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), se aclara en un comunicado.

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el INBA difundieron una serie de precisiones en el contexto de un artículo publicado por la revista Quién (número 334, del pasado 13 de febrero). La publicación dedicó la portada a David Cohen, presidente del patronato del museo Tamayo, quien se adjudicó ese éxito.

La dependencia federal afirma que la exposición fue gestionada inicialmente por Itzel Vargas para ser alojada en principio en el Museo Nacional de Bellas Artes, y después Carmen Cuenca, directora del museo Tamayo hasta diciembre de 2014, asumió las negociaciones con el Instituto Tomie Ohtake de Brasil.

La calidad de los contenidos, el atractivo de las obras y por supuesto, el arduo y profesional trabajo del museo Tamayo fueron las razones para la relevancia de la muestra de Kusama en el recinto perteneciente al Sistema Nacional del INBA, que aportó un financiamiento de 6.8 millones de pesos para la importante exposición, se detalla en el comunicado.

El INBA y el Conaculta reconocen el apoyo que la Fundación Olga y Rufino Tamayo han brindado al museo que se ubica en el Bosque de Chapultepec.

Sin embargo, enseguida agrega: Queremos también aclarar que esta es una asociación civil y no una asociación público-privada, como afirma David Cohen.