Washington.

Funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) expresaron preocupación de que la posible decisión de subir las tasas de interés demasiado rápido pueda enfriar la recuperación económica del país.

Numerosos miembros del banco central se declararon inclinados a conservar durante más tiempo las tasas de interés cercanas a cero, nivel en que permanecen desde diciembre de 2008, en plena crisis financiera internacional.

Las minutas de la reunión de la Fed de los días 27 y 28 de enero, divulgadas el miércoles, mostraron que los funcionarios pasaron trabajos para determinar un calendario apropiado para un alza en las tasas y que lidiaron para cuadrar el nivel de solidez del crecimiento económico estadunidense con la debilidad de los mercados internacionales, así como las preocupaciones sobre la caída de las expectativas inflacionarias en la mayor economía mundial.

Las autoridades de la Fed discutieron sobre el impacto que tiene la persistente baja inflación en su confianza para avanzar hacia un alza de tasas de interés, de acuerdo con las minutas de la reunión de enero del Comité de política monetaria del banco central (FOMC).

La Reserva Federal calcula que junio sería el mes apropiado para empezar a elevar la tasa de fondos federales, según altos funcionarios de la entidad.

En su comunicado de política de enero, la Fed se refirió por primera vez a las turbulencias en los mercados globales, al decir que tomaría en cuenta los acontecimientos financieros e internacionales.

Las minutas ofrecieron una visión más detallada sobre las preocupaciones de índole internacional, dado que las autoridades de la Fed destacaron que la desaceleración económica de China, las tensiones en Medio Oriente y el conflicto en Ucrania representan riesgos a la baja para el panorama de crecimiento de Estados Unidos.

En las actas de la reunión de enero se muestra que el comité decidió ser paciente antes de emprender un alza de las tasas, al tiempo que se congratuló por el dinámico crecimiento de la economía estadunidense.

Muchos economistas piensan que la Reserva Federal esperará hasta junio para elevar las tasas; la reducción de la inflación ha hecho que algunos pronostiquen que el alza se retrasará hasta septiembre. Pocos piensan que podría pasar otro año.