Con la reinauguración de la Unidad de Hemodiálisis del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) se pusieron en marcha nuevas reglas que sólo aplican para los pacientes, como la prohibición de usar computadoras y celulares.

Los derechohabientes se quejan de que las disposiciones no sean válidas también para el personal médico y de enfermería que labora en esa unidad. Por el contrario, durante las visitas que realizan a los pacientes durante las sesiones de hemodiálisis atienden las llamadas que entran a sus teléfonos celulares sin ningún problema.

La nueva queja se origina porque, de acuerdo con algunos de los pacientes, no les avisaron que habría un reglamento. Doctores y enfermeras dicen que un comité está concluyendo el diseño de la nueva disposición, pero ellos ya lo pusieron en marcha.

Antes de la remodelación de la unidad, se servía algún alimento a los enfermos con insuficiencia renal crónica, pues pasan de tres a cuatro horas mientras las máquinas realizan el trabajo de limpieza de su sangre que los riñones dejaron de hacer.

Hace unos días ocurrió un hecho que ya no dejaremos pasar porque es arbitrario y resultado del coraje que tienen (médicos y enfermeras), porque nos quejamos de sus deficiencias, afirmó uno de los derechohabientes.

Comentó que antes de iniciar la sesión, una enfermera le indicó que se quitara los zapatos. Debido a que el paciente se negó, llegó el jefe del Servicio de Hemodiálisis, doctor Rodolfo Zurita, quien lo reprendió por no acatar las indicaciones contenidas en el reglamento, según dijo.

Discutieron y al final Zurita le advirtió que si no obedecía podría ser mi última sesión ahí, en el CMN 20 de Noviembre.

En respuesta a una petición de información sobre el caso, el Issste aseguró que el reglamento ya existía e, incluso, los pacientes y sus familiares lo suscribieron al inicio del tratamiento, pero no se había aplicado. Prohíbe uso de dispositivos electrónicos por seguridad y que en caso de que los enfermos tengan una crisis se les pueda atender rápidamente.

Tampoco está permitido el ingreso de comida, aunque según los pacientes, las enfermeras tienen alimentos en el área. El Issste aclaró que antes se servían durante las sesiones, y ahora se proporcionarán al final. Además, aseguró que no existe la disposición de que los enfermos se quiten los zapatos.