Sociedad y Justicia
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El gobierno no tiene interés en proteger ni desarrollar la competitividad del sector

Avasalla China la producción artesanal e invade todo el país

Nos han convertido en un objeto decorativo: estamos extinguiéndonos, advierte dirigente de unión que agrupa a 15 mil artesanos de 23 entidades, que en su mayoría son campesinos sin tierra

 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de febrero de 2015, p. 35

Herederos de técnicas ancestrales y preservadores de costumbres y rituales de los pueblos, los artesanos son avasallados por la competencia asiática. Juguetes de madera, guitarras, sombreros, blusas bordadas, figuras de cerámica típicas mexicanas, ahora tienen el sello hecho en China e invaden los corredores tradicionales de Michoacán, Jalisco, Chiapas, estado de México, Puebla, Campeche, Guerrero, incluso la zona comercial de la Villa de Guadalupe.

Hay un declive de los artesanos por la falta de apoyos, nos han convertido en un objeto decorativo y de promocionales; estamos extinguiéndonos, dijo Socorro Oropeza, dirigente de la Unión Nacional de Productores Artesanales Coyolxauhqui, que agrupa a 15 mil artesanos de 23 entidades, la mayoría campesinos sin tierra.

Narró que en 12 años de lucha por la preservación de esta actividad, han desaparecido 18 pequeñas empresas que estaban afiliadas y quienes continúan –la mayoría mujeres que rebasan 45 años– se dedican a otras actividades, porque “no hay mercado para las artesanías. Los compradores quieren precios bajos, no les importa la calidad: la bandera mexicana, hecha en China, cuesta 2.50 pesos y la de los artesanos 10, por eso desaparecieron cientos de pequeños talleres en el centro de la capital del país y en el estado de México.

Los mexicanos llevan a bendecir imágenes de la Virgen de Guadalupe y de Juan Diego –canonizado en 2002– elaboradas por chinos.

Los artesanos que venden tienen ingresos de 2 mil pesos mensuales, dijo, y recordó la frase de una artesana mazahua: díganle a nuestros hijos que ser artesanos es ser alguien, pero pocos jóvenes quieren identificarse como artesanos y prefieren otras actividades.

No hay estadísticas puntuales del número de artesanos en el país; algunas agrupaciones estiman, a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, que son 8 millones, otras calculan 2 millones. En lo que coinciden en señalar es que Oaxaca, Guerrero, Jalisco, Yucatán, Michoacán y estado de México concentran el mayor número de artesanos y que hay una debacle del mercado.

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Sí hay artesanos premiados nacional e internacionalmente, pero la mayoría vive en la pobreza. Imagen captada en La CiudadelaFoto Marco Peláez

En aras de la apertura comercial, inició la competencia desleal con la introducción de productos chinos a bajos precios y mala calidad; no hay una regulación, dijo Eliodoro Gil, investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Refirió que en Paracho –municipio tradicional de talleres de guitarras y juguetería– hay guitarras, trompos y carros de madera chinos; en Pátzcuaro, blusas y faldas bordadas idénticas a las mexicanas son asiáticas, lo mismo sucede en Zirahuén, Charapan, Aranza, Nahuatzen, Morelia.

“El gobierno no tiene interés en proteger y desarrollar la competitividad de este sector, al que le falta apoyo financiero para renovarse. No hay políticas públicas multifactoriales que protejan las artesanías e innovar los procesos sin quitarles su esencia.

Sí, hay garbanzos de a libra –apuntó refiriéndose a artesanos premiados nacional e internacionalmente–, pero la mayoría viven en la línea de la pobreza.”

Rodrigo Gutiérrez, de la comunidad indígena El Rosario, en Jalisco, comentó que los artesanos dejaron de hacer figurillas de barro, tacitas, cántaros y otras cerámicas, ahora son chatarreros. La competencia china y la falta de mercado orillaron a casi la totalidad de las 300 familias de artesanos a recolectar botellas de plástico y obtienen 12 pesos por kilo, ya que sus artesanías dejaron de venderse.