Un oso de peluche, tamales, barbacoa, cochinita pibil, pollos, vitaminas, libros (incluida la Biblia) y una tarjeta para el cine son algunos de los regalos enviados a la oficina del titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Miguel Ángel Osorio Chong.

Durante los primeros dos años del sexenio han participado en esa cortesía con el responsable de la política interna funcionarios y ex funcionarios priístas y de oposición, así como integrantes de los tres poderes de la Unión y de organismos públicos, líderes sindicales, embajadores y empresarios, entre otros.

De diciembre de 2012 a septiembre de 2014 el funcionario recibió en su despacho cerca de 600 presentes de políticos en activo y en retiro, incluso de quienes han sido acusados penalmente. Tal es el caso de la ex dirigente del sindicato magisterial, Elba Esther Gordillo, quien se encuentra en prisión desde febrero de 2013.

La SG no precisa la fecha en que los obsequios fueron recibidos; el de la maestra fue una jarra de vidrio con base y el de su hija, la senadora Mónica Arriola Gordillo, en varias entregas, una caja de frutos secos, café chiapaneco, esferas plateadas y almendras confitadas.

Lo que establece la ley

La Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos pone límites a la recepción de regalos. La norma indica que los funcionarios podrán aceptar un bien o donación que no exceda 10 veces el salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal.

Es decir, durante 2013 debieron devolver los presentes que tuvieran valor superior a 640 pesos y, el año pasado, aquellos de más de 670. Los regalos en esa condición deben ser remitidos en un plazo no mayor a 15 días hábiles a la Secretaría de la Función Pública.

La lista de obsequios registrados en la oficina de Osorio Chong es variada y en ésta se ofrecen descripciones específicas.

Su antecesor, en el último tramo del sexenio calderonista, Alejandro Poiré, envió a Osorio Chong una caja de galletas de nuez y cuatro frasquitos de mermelada.

La senadora michoacana por el PRD Iris Vianey Mendoza –quien pidió ser investigada para deslindar responsabilidades sobre una supuesta relación con un grupo criminal– obsequió un queso cotija que viene en un canasto.

También de oposición, el senador Alejandro Encinas regaló el libro Humanidad recuperada. Carlos Navarrete, presidente del PRD, cajeta de Celaya.

Otros mandan productos de su sector empresarial, como el presidente de la industria textil, David García Cosío, quien aparece en la lista con un arcón de calcetines Canon.

Bernardo Quintana y Lorenzo Zambrano, de la industria de la construcción, le regalaron libros. El empresario Jorge Vergara envió un elefante de peluche. William Karam Kassab, del negocio de los combustibles, mandó una botella de vino tinto Casa Madero, y Tristán Canales, de la industria de la radio y la televisión, un portafolios y rebozo.

Además de los tradicionales protocolos de obsequiar al huésped del Palacio de Covián libros y artículos de oficina, sorprende la variedad incluida en la lista, entregada por Gobernación ante una solicitud de información pública.

El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, optó por conservas (miel, mole, mermelada y chipotles); el embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, el disco Rock of ages; el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías (PAN), una canasta con galletas tradicionales de Sonora, y el mandatario de Coahuila, Rubén Moreira, el libro Secretos de cocina.

El presidente del tribunal electoral, Alejandro Luna Ramos, hizo llegar “siete tomos del libro Derechos del pueblo mexicano. México a través de sus constituciones.

El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, también un libro. El magistrado Ricardo Ojeda Bohórquez, una botella de vino tinto Monte Xanic y un CD.

La ahora ex directora del IPN Yoloxóchitl Bustamante Díez envió al secretario el libro Objetos del alma. Luis Téllez Kuenzler, ex presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, envió el libro Pricing the future.