Lunes 16 de febrero de 2015, p. 10
Para las elecciones intermedias de junio, algunos partidos políticos impulsan a figuras del entretenimiento, como actores, presentadores y deportistas, para ganar alcaldías o diputaciones. Guillermo Cienfuegos, el payaso Lagrimita, busca contender por la alcaldía de Guadalajara como candidato independiente.
Especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) señalan que ante la poca credibilidad de algunos institutos recurren a la popularidad que la televisión ha otorgado a personas de la farándula.
Roberto Gutiérrez López, académico investigador de cultura política y desarrollo institucional de la unidad Azcapotzalco, dice que la política se está convirtiendo en una actividad que se rige por el principio del negocio del espectáculo.
La descomposición general del régimen en México expresa el deterioro al que ha llegado la clase política, que no se presenta a la ciudadanía como suficiente para dar cuenta de las necesidades y expectativas de la gente.
Para el investigador Pablo Javier Becerra Chávez, de la unidad Iztapalapa, no es nuevo que partidos impulsen a gente del espectáculo. “De una u otra forma los partidos tienen capitalizado el prestigio, la fama que puedan tener algunos actores para ver efectivamente la posibilidad de postularlos.
Es obvio que los partidos apuestan por que candidatos o personas cuyo prestigio y fama esté ligada a la farándula puedan redundar en votos. Nos gustaría que los partidos se acercaran a escritores o académicos para proponerles puestos de elección popular, pero como no son conocidos por el gran público seleccionan a los actores.