Kiev.

El ejército ucranio y los separatistas pro rusos del este de Ucrania parecían respetar este domingo el cese del fuego acordado, pese a algunos enfrentamientos en torno a la ciudad de Debaltsevo, donde los rebeldes impidieron el acceso a los observadores internacionales. Dos civiles murieron en un bombardeo poco después de la entrada en vigor del alto el fuego en Popasna, región de Lugansk.

Kiev culpó a un grupo de insurgentes cosacos que no obedecen la orden de cese del fuego dada por el mando rebelde, que entró en vigor la madrugada de este domingo tras ser pactado en Minsk el jueves entre el gobierno pro occidental de Kiev y los insurgentes separatistas. Es la primera etapa de un plan de paz para acabar con un conflicto que ha dejado más de 5 mil 500 muertos en 10 meses.

El presidente ruso, Vladimir Putin, sus homólogos ucranio, Petro Poroshenko, y francés, François Hollande, y la canciller federal alemana, Angela Merkel, tuvieron una charla telefónica y comprobaron que el respeto del cese del fuego es globalmente satisfactorio, a pesar de incidentes locales que hay que solucionar rápidamente, anunció este domingo la presidencia francesa.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), responsable de supervisar el cese del fuego, dijo que los rebeldes negaron a sus observadores el acceso a Debaltsevo, donde ambas partes se han culpado por el fuego. Esta ciudad ha sido el foco de combates durante semanas, donde las tropas ucranias siguen atrapadas bajo fuego o los rebeldes siguen tratando de avanzar.

La tregua, salvo con algunas excepciones, se respeta en el conjunto de la región, precisó la OSCE en rueda de prensa, tras haber observado un breve intercambio de fuego de artillería en Debaltsevo. Eduard Basurin, un jefe militar de la república separatista de Donietsk, también indicó que la tregua era globalmente respetada.

Sin embargo, Basurin advirtió: por supuesto que podemos abrir fuego (sobre Debaltsevo). Está en nuestro territorio. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó a su vez que se consideraría como una violación del acuerdo cualquier intento de los soldados ucranios de salir de la localidad, en la que se encuentran rodeados.

Necesitamos trabajar con empeño para que el alto el fuego sea duradero sin asistir a las violaciones que vemos hoy, aseguró el ministro ucranio de Relaciones Exteriores, Pavlo Klimkin, que lamentó la responsabilidad política y moral de las autoridades separatistas en esas violaciones.

El acuerdo logrado en Minsk prevé que Kiev y los rebeldes comiencen a retirar sus armas pesadas de la línea del frente dos días después de la entrada en vigor del alto el fuego. La jefatura militar de Ucrania informó que está preparando la retirada del armamento pesado del este del país, pero advirtió que lo hará al mismo tiempo que los separatistas.