Al exigir que se llegue a fondo en las investigaciones que se realizan por desvío de recursos públicos en el gobierno de Ángel Aguirre, y que se sancione al ex mandatario si está involucrado en el caso, integrantes de PRD y PAN insistieron ayer en que nunca tuvieron certeza o conocimiento de que el ex jefe del Ejecutivo estatal o su hermano hubieran cometido tal ilícito.

Nepotismo acreditado

En Guerrero hubo rumores al respecto, pero nunca se pudo comprobar nada, dijo el diputado local del PAN Jorge Camacho, quien recordó que en cambio la práctica del nepotismo sí quedó acreditada.

Precandidato del blanquiazul a la gubernatura de Guerrero, puntualizó que diversos medios de comunicación difundieron y publicaron en 2012 que alrededor de cien empleados estatales tenían alguna relación familiar con el ex mandatario. Pero no quedó claro cuántos eran en realidad. Lo que sí es cierto es que las cabezas más visibles eran su hermano Mateo, quien fungía como coordinador ejecutivo del gobierno, y su sobrino Ernesto Aguirre, nombrado coordinador de proyectos estratégicos.

Tras las revelaciones de la prensa, el ex gobernador removió a estos dos familiares, pero consiguió que al primero lo hicieran delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Morelos, y al segundo lo colocó meses después como asesor personal, añadió el legislador.

En tanto, el perredista Gilberto Ensástiga, de la corriente Patria Digna, recordó que cuando la Comisión Política Nacional aprobó la candidatura de Aguirre acudió como invitado e impugnó el acuerdo. Dije que la figura de Aguirre era dudosa, que había asuntos que así lo acreditaban, no sólo cuando entró como gobernador interino, sino porque nunca rompió relaciones con el cacicazgo más importante del estado (Rubén Figueroa), y en el partido, a pesar de eso, se le hizo gobernador, se le metió al partido y ahí están los resultados.

Voces de la oposición señalan que nunca supieron de ilícitos del ex gobernador y sus familiares, pero que el nepotismo sí se acreditóFoto Cuartoscuro

Señaló que el caso Aguirre nos vuelve a mostrar que el pragmatismo electoral nos ha llevado a meter a quien sea en el PRD. Eso de dejar las puertas abiertas, sin importar el pasado del personaje o lo que haga en el futuro, ya no puede continuar.

Por su parte, René Bejarano, dirigente de Izquierda democrática Nacional, aseguró que nunca tuvo conocimiento de los actos de corrupción de ex colaboradores de Aguirre. De eso no tenía idea. No tuve conocimiento porque no formé parte de su núcleo político. Pero hay que escuchar lo que dicen los indiciados, no sabemos qué dirán en su defensa.

Alberto Anaya, dirigente del PT, que formó parte de la alianza que abanderó al ex mandatario, afirmó que tampoco conoció de los actos ilegales que se imputan a ex funcionarios del gobierno del mandatario con licencia.

Estamos de acuerdo en que sectores de las izquierdas nos hemos olvidado de nuestros orígenes, pero (el tema) hoy es un elemento de distracción política para dejar de lado el caso de Ayotzinapa, las crisis de inseguridad y económica en el país.

Camacho insistió en que se llegue a fondo en el caso de desvío de recursos y se llegue al ex gobernador y más allá de él.