El sesentero –en época– Enrique Guzmán y los no menos antiguos Hermanos Carrión, Rebeldes del Rock y los Teen Tops esparcieron de nostalgia el también añoso teatro Blanquita, al comenzar una serie de presentaciones de dos fines de semana.

La momiza, como antaño se definió a las generaciones de mayores, se hizo presente en buen número en las taquillas y salió bien retribuida luego de poco más de 120 minutos de recuerdos de juventud, que bien pusieron a bailotear en su lugar a los más entusiastas sin importar lo estrecho de espacio y, en casos, amplitudes carnosas; los no tan prendidos únicamente fueron parte del multitudinario coro.

Con Melodía de amor, a cargo de los Rebeldes, empezó la sesión del recuerdo al tiempo que el Abuelo, legendario tecladista del grupo, presentaba las siguientes del repertorio y ahí van, entre otras, Hiedra venenosa, Kansas City, Danielito y Muévanse todos, a lo que no había necesidad de ser imperativo.

Tomaron su turno los Carrión, que resienten la pérdida de su hermano Héctor, fallecido apenas hace dos semanas, pero que como explicó el Güero, está allá arriba y aquí con nosotros. El menor de los tres, Lalo, pulsa la guitarra y se deja ir con Se fue.

De los tres conjuntos, los Carrión, puede afirmarse, son los que conservan casi intacta su agrupación y su estilo. Son, de hecho, los mismos integrantes principales y el tiempo poco ha castigado sus voces.

Y ahora van Magia blanca, las Cerezas y rematan con Que inhumano.

Los acordes del Rock de la cárcel anuncian a los Teen Tops y tres rolas –para hablar en presente, pues antes eran canciones– después, así como de espontáneo, se aparece de chamarra Enrique Guzmén,  quien con el grupo comenzó a cantar hace 54 años, cuando tenía 18 de edad, según dijo más tarde, y brotaron Presumida, Quiero ser feliz y la infaltable novia Popotitos.

Ya encarrerada la audiencia y con Guzmán trajeado, de corbata y con el respaldo de su banda y coros, Yo te seguiré dio comienzo al desfile de sus éxitos como solista y las damas de las filas de enfrente se paran y le toman la mano, lo acosan, algunas logran el cometido y le dan un beso en difícil posición, como aplicando una llave de lucha libre .

Para la melosa Acompáñame hace dueto con su hija Daniela, de bien timbrada voz, y con Payasito se cierra el arcón de los recuerdos.

Las funciones son este domingo, en doble horario, y el próximo fin de semana, el viernes, a las 18 y 20:30 horas.