Para el sector industrial, la falta de una reglamentación adecuada en la nueva norma oficial (NOM) 012 sobre los pesos y dimensiones que deben cumplir los tráileres y camiones que circulan por el país, deja algunos resquicios que fomentan la discrecionalidad y con ello la corrupción, por lo que deben revisarse.

José Luis Fuente Pochat, presidente de la comisión de transportes de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) dijo en entrevista que la NOM, la cual entró en vigor el 13 de enero, establece que los vehículos pesados pueden acceder a determinadas vías para llegar a las plantas o parques industriales, pero necesitan un permiso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), cuyos requisitos, dijo, son confusos, no aparecen en la misma norma y al final quedan a criterio del funcionario público.

El dirigente señaló que la poca claridad de la NOM ha llevado a pensar a operadores independientes (los llamados hombres camión) a que los tráileres grandes (full) se habían prohibido, cuando en realidad solo tienen que cumplir con otros requisitos.

Comentó que la Confederación ha mantenido comunicación permanente con autoridades de la SCT, en especial con la Subsecretaría de Transporte, para la revisión y evaluación de las recomendaciones previstas por el grupo de académicos que trabajan en la revisión del reglamento de pesos y dimensiones.

Explicó que la norma tiene una vigencia de 5 años y no se puede cambiar, pero al tercer año se le practica una revisión.

La verdad creo que el reglamento tendría que haberse analizado y discutido antes de sacar la norma, pero ésta lleva muchos años discutiéndose, entonces era muy difícil sacar un reglamento con una norma tan controversial, dijo.

En un comunicado emitido a mitad de semana, el directivo también señaló que las exigentes reducciones a los pesos y dimensiones de los vehículos de carga que se incluyeron en la NOM, impactan la productividad y competitividad de las empresas, cuando deben beneficiar a todos los sectores sociales, incluyendo al hombre camión.

Otro tema de fundamental importancia para los industriales, dijo Fuente Pochat, es la actualización de la clasificación de carreteras (ET, A, B, C y D) que le corresponde a la Subsecretaría de Transporte de la SCT y que está en consulta en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer).

Junto a esta reclasificación, consideró, deberán aplicarse con transparencia los permisos de conectividad carretera y de acceso a industria o centros de distribución, pues de no hacerlo, el esfuerzo realizado por muchos años para lograr una norma consensuada, será inútil y acarreará más conflictos o violación e incumplimiento.

La clasificación de las carreteras, para el uso de las diferentes configuraciones vehiculares de carga, pasaje y especiales, aunadas a la transparencia de los mecanismos de pesaje y la aplicación de sanciones, son temas en los que se necesita seguir trabajando para lograr un mayor entendimiento y aplicación del deber ser, puntualizó.