Reconoce que goza del buen trato de los promotores
Domingo 15 de febrero de 2015, p. a15
Lourdes Lulú Juárez se sentía vieja para iniciar una carrera en el boxeo a los 28 años, pero su hermana mayor, Mariana La Barbie, le dijo que aprovechara su fama. Un privilegio, reconoce, que no cualquier boxeadora tiene para empezar una carrera profesional. Lulú era ama de casa; su esposo, quien trabaja de taxista, era el sostén financiero. Mariana le aconsejó: Puedes aprovechar que tengo un buen lugar y dedicarte a esto
.
Esta ventaja le permitió un mejor trato de promotores y atención de los medios de comunicación. “Me beneficia ser hermana de La Barbie, me llegan ofertas y pues eso es un dinerito extra que no todos tienen al alcance”, comentó. Me ofrecen más dinero y mejores contratos porque saben que soy su hermana; debo agradecerle que trata de incluirme en sus actividades; trata de ayudarme
.
Pero también, como todo aquel que inicia en una actividad bajo la sombra de alguien famoso, las expectativas aumentan y, por tanto, el juicio es más severo.
En noviembre de 2014, enfrentó a Jacky Calvo en la Arena Coliseo. El combate fue cerrado y se lo dieron a Lulú. El público respondió molesto porque consideró que le habían regalado la pelea.
“La gente espera demasiado de mí porque soy hermana de La Barbie”, dijo Lulú. Pero también piensan que por eso me favorecen los jueces
.
Considera que la presión es mayor y por tanto debe prepararse para pelear contra la duda, para apagar cualquier suspicacia.
Yo también estoy esforzándome para que me reconozcan
, comentó Lulú, y confesó que sí le preocupa que pueda existir favoritismo, pues eso afectaría su credibilidad.
“Tal vez pueda existir algún juez que de pronto sí le pese que yo sea hermana de La Barbie, pero no creo que todos”, dijo la pugilista, quien aspira a que dentro de poco no se hable de la hermana de La Barbie, sino de Lulú Juárez.