Es el encuentro que se necesitaba para adquirir confianza, considera Gustavo Matosas
Osvaldo Martínez hizo un golazo desde media cancha; también anotaron Miguel Samudio y Darío Benedetto
Es un duro golpe, más cuando se hablaba tan bien del equipo: Sergio Bueno
Domingo 15 de febrero de 2015, p. a13
Goles son amores, y en el día de los enamorados hasta Oribe Peralta salió de la sequía y marcó un doblete para contribuir en la paliza de 5-0 que el América recetó a Jaguares, ayer en el estadio Azteca, rumbo a su duelo del domingo ante los Pumas, que el viernes fueron goleados 3-0 por Xolos.
Los chiapanecos –considerados uno de los equipos sorpresa del certamen– estuvieron irreconocibles, parecían entumidos por el frío, ahogados por la altitud, lejos de la explosividad y el buen juego que los caracteriza.
Muy temprano los de la selva cometieron errores que las Águilas aprovecharon de gran forma en el partido de la fecha seis, que los ubicó en el tercer lugar con 11 puntos, mientras Jaguares se quedó con ocho.
El Coloso de Santa Úrsula era un refrigerador con el graderío semivacío, pero el ambiente fue cálido: los aficionados americanistas celebraron en grande cada gol y aplaudieron a los suyos.
Los visitantes salieron a la cancha con ánimo de plantarle cara a su rival, pero nada les salió.
Al minuto cinco, Osvaldo Martínez observó que el portero Óscar Jiménez estaba adelantado; el paraguayo, cerca del medio campo, lanzó un tiro bien dirigido que anidó en las redes (1-0).
El América jugó cómodo y al minuto 31 aumentó su ventaja. Otro error chiapaneco: el argentino Darío Benedetto robó el balón a Horacio Cervantes y cedió al frente para Miguel Samudio; el zaguero paraguayo avanzó y disparó fuerte y colocado para dibujar el 2-0 en el tablero.
Al minuto 41 Benedetto demostró que sigue de romance con el gol: recibió un pase filtrado y sacó un tiro cruzado y a ras de pasto para hacer el 3-0.
Sergio Bueno hizo un cambio en el complemento: metió al ex americanista Andrés Andrade y sacó a Luis Rodríguez; luego, resignado, se arrellanó en un asiento.
Cervantes siguió con una tarde desastrosa, al ser fácilmente superado en la acción que derivó en el cuarto gol. Benedetto se acordó que era Día de la Amistad y le obsequió en bandeja de plata el balón a Oribe Peralta, quien sólo tuvo que aplicar un punterazo para aumentar la paliza, al minuto 54.
Benedetto se fue en medio de una ovación al minuto 68; su lugar lo ocupó Martín Zúñiga.
El Cepillo aprovechó el derrumbe de los visitantes y puso el quinto tanto. Cristian Pellerano le dio gran pase, Peralta se perfiló al frente, cuchareó el balón ante la salida de Jiménez para que el esférico techara al guardameta y entrara a la meta en medio de gran algarabía.
Una vez resuelto el juego, Gustavo Matosas, timonel local, metió a los juveniles Daniel Vázquez y Carlos Rosel, tan sólo para que Osvaldo y Pellerano recibieran una carretada de aplausos.
Bueno señaló: Es más que obvio que hicimos mal partido, faltó intensidad, atrevimiento; el adversario aprovechó toda esa flaqueza y fuimos superados en todo momento. Es un duro golpe, una derrota muy dolorosa que nos hará poner los pies en la tierra porque se venía hablando bien del equipo, pero con esta derrota se destruyen todos esos comentarios.
Matosas habló sereno. “Creo que el equipo ha ido a más. Tampoco voy a hacer un falso triunfalismo, se hizo un gran partido, pero continúa el proceso. Estoy feliz por la actuación de todos, porque la afición se llevó una gran alegría, pero la cordura me dice que hay que respetar el proceso.
El equipo está más cerca de lo que se pretende. Fue el partido que se necesitaba para tener confianza... Hay que disfrutar y en la semana pensar en el rival que viene (Pumas).