Desmienten testigos obsequio del artista
Jueves 12 de febrero de 2015, p. 8
Grasse, Francia.
Las personas que testificaron el miércoles en el proceso judicial contra Pierre Le Guennec, quien fue electricista de Picasso y es acusado de ocultamiento de bienes robados
, afirmaron que es imposible que el artista obsequiara 271 de obras a su ex empleado. Y surgió la hipótesis del tráfico de arte.
Pierre Le Guennec afirma que las obras fueron un regalo que le hizo a principios de los años 70 Jacqueline Picasso, la última esposa del maestro malagueño.
En tanto, Jean-Jacques Neuer, representante de Claude Ruiz y sus coherederos Marina y Paloma Picasso, destacó los vínculos entre los acusados, su abogado, Charles-Etienne Gudin, y la galería suiza Krugier, que sugiere un tráfico más grande de la obra de Picasso. Y agregó que esta casa había exhibido dibujos de la colección Bresnu con firmas falsas, refirió el diario francés Le Monde.
El señor Le Guennec es un transportador, que tiene el papel de la cabra (conocido como mula). No se trata aquí de un ocultamiento simple, sino de un centro de tráfico internacional
, dijo. Y mencionó la hipótesis de que la defensa de Le Guennec es manejada desde Ginebra, lo cual concluye la versión del pequeño electricista frente a la sucesión de Picasso.
Un día antes, Neuer afirmó que Pierre Le Guennec no pudo describir las obras en su poder, por lo que consideró el caso un asunto de blanqueo de obras de arte en que el demandado sólo juega un papel de peón. Fue elegido porque había conocido a Picasso
, reportó el periódico Le Figaro.
Picasso era un hombre generoso
, pero dedicaba y firmaba las obras que regalaba, declaró ante el tribunal Gérard Sassier, pintor e hijo de Inés, la mujer que fue empleada doméstica del artista durante 34 años.
Según Sassier, una vez que hubo una tentativa de robo, Picasso dijo a su madre, que tenía las llaves de su taller: de todos modos no me pueden robar nada, nada está firmado
.
Que diera a su electricista 180 obras y un cuaderno de dibujos no dedicados ni firmados es inimaginable
, estimó Sassier.
Recuerdos íntimos
Dominique Sassi, decorador que trabajaba en el taller de cerámica Madoura de Vallauris y que conoció a Picasso, opinó que éste no distribuía sus obras. Guardaba incluso las cerámicas falladas
, dijo.
Christine Pinault, especialista de la Picasso Administration, encargada de gestionar los derechos de los herederos, recalcó que el lote incluye collages cubistas del artista hizo con su amigo Georges Braque a principios del siglo XX y recuerdos íntimos
, como un retrato de su primera esposa, Olga.
Según Le Guennec, el regalo se lo hizo Jacqueline, con acuerdo de Picasso, en la residencia de Mougins en la que el maestro vivió sus últimos años, donde el electricista instaló un sistema de seguridad.