Madrid.

El compositor húngaro György Kurtág fue reconocido con el premio de la Fundación del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Fronteras del Conocimiento, por ser considerado maestro de la intensidad expresiva.

El galardón, en la categoría de música contemporánea, es uno de los más prestigiosos que se otorgan en España desde la iniciativa privada y con el que se pretende que la música del artista se difunda en la región y en el mundo.

Según el acta del jurado, la obra de Kurtág traspasa las fronteras entre espontaneidad y reflexión, entre formalización y expresión, al tiempo que exige a sus intérpretes “comprender la estructura de la pieza compuesta; la música ‘habla’, cuenta muchas cosas y tiene la misma sintaxis que el texto”.

Los responsables de fallar el galardón añadieron que la dimensión innovadora de su música no está vinculada al material que utiliza, sino a su alma, a la autenticidad de su lenguaje, a su manera de traspasar las fronteras entre espontaneidad y reflexión, entre formalización y expresión.

Consideran que la música de Kurtág se ha mantenido al margen de todos los sistemas y no se ha visto comprometida, trazando un camino fuera de las grandes corrientes entre una música encerrada en sí misma y otra en busca de una comunicación lo más amplia posible. La música de Kurtág tiene la capacidad de condensar un contenido profundo en unas pocas notas, de reducirlo a la esencia de la expresión musical, logrando una gran concentración expresiva en el mínimo material.

De la mano de Pierre Boulez

El secretario del jurado fue el director del programa de música de la Universidad de Zurich, Ranko Markovic, quien definió a Kurtág como el maestro de la intensidad expresiva y uno de los protagonistas centrales de la escena musical contemporánea, a la que sigue contribuyendo en la actualidad, pues trabaja en una ópera.

Kurtág nació en Transilvania en 1926 y se vinculó con fuerza a las corrientes musicales europeas de la mano del francés Pierre Boulez, cuyo Ensemble Intercontemporain estrenó en 1981 Messages de feu Demoiselle Troussova, obra para soprano y ensamble de cámara. Entre las principales influencias de Kurtág destacan Bach, Schumann, Weber y Bartok.

Kurtág fue profesor de piano y de música de cámara en la Academia Franz Liszt, de Budapest, desde 1967 hasta su jubilación en 1986, tras la cual no cesa su labor pedagógica y concertística.

Además, es miembro honorario de varias academias de Europa y Estados Unidos, y compositor invitado en residencia en numerosas orquestas europeas, entre ellas la Filarmónica de Berlín.