Con el voto de todas las bancadas –incluida la de Acción Nacional–, la Cámara de Diputados avaló cambios a la Ley General de Salud, para que la secretaría del ramo y los gobiernos de las entidades federativas se coordinen para promover el uso del condón, a fin de prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y no sólo el VIH-sida.

La incidencia de las ETS está en aumento, en parte debido a que los jóvenes inician su actividad sexual más temprano y se casan más tardíamente, por lo que hay más probabilidad de que tengan muchas más parejas sexuales y riesgo de contraer estas enfermedades, explicó el presidente de la Comisión de Salud, Mario Alberto Dávila Delgado (PAN).

Refirió que entre los factores de riesgo para contraer este tipo de infecciones están la vida sexual activa durante la adolescencia, tener distintas parejas sexuales y una muy importante: no contar con un condón o preservativo durante el acto sexual.

Médico de profesión, Dávila Delgado explicó que según la Organización Mundial de la Salud, más de 30 bacterias, parásitos y virus causan las enfermedades de transmisión sexual y la mayoría se propaga durante la ejecución del acto.

Pueden dar lugar a enfermedades crónicas, sífilis, gonorrea, clamidiasis y tracomasis, en algunos adultos de 15 a 49 años. En esta cifra no se incluyen las infecciones de VIH-sida y otras, resaltó.

Las ETS, amplió, son causa frecuente de consulta médica. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, añadió, en México la candidiasis urogenital y el virus del papiloma humano fueron las infecciones de mayor frecuencia en la población de 15 a 24 años y provocaron que aproximadamente 11.8 millones de jóvenes hayan contraído sida en el mundo.

El dictamen a la minuta del Senado –que fue enviado al Ejecutivo para su publicación– señaló que la falta de disponibilidad entre los jóvenes de métodos de protección incrementa su exposición a las ETS, que en caso de no ser detectadas o tratadas a tiempo pueden generar complicaciones a largo plazo.

Además, permitirá que las autoridades emprendan programas que conlleven a evitar el contagio, no sólo del VIH-sida, sino que las acciones en favor del uso correcto del condón se extiendan a las demás enfermedades de transmisión sexual.