Buenos Aires.

Un giro en el caso del fallecido fiscal Alberto Nisman ocurrió este martes, al ser hallado ADN de otra persona en el departamento de Buenos Aires donde fue encontrado muerto. El encargado de la investigación del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994 responsabilizó a Irán, sin pruebas, y a acusó a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de encubrimiento.

El ADN fue encontrado en una taza de café, aseguraron fuentes judiciales, y confirmaron que un nuevo peritaje para comprobar si había pólvora en la mano del fiscal volvió a dar negativo.

Se ignora a quién corresponde el perfil genético encontrado, dijo la juez Fabiana Palmaghini, según informó el Centro de Información Judicial (CIJ).

Nisman apareció muerto en circunstancias aún no esclarecidas el 18 de enero, en el baño de su departamento en el lujoso sector de Puerto Madero, con un disparo en la cabeza y en la mano derecha una pistola calibre 22 que había pedido a Diego Lagomarsino, colaborador suyo.

Cuatro días antes el fiscal había denunciado a la presidenta por encubrir, presuntamente, a funcionarios iraníes a los que acusó de organizar el ataque explosivo de 1994 que dejó 85 muertos y 300 heridos en el edificio de la AMIA.

El ADN podría pertenecer a un policía, un funcionario judicial, a la madre del fiscal, a Lagomarsino, que lo visitó la víspera para llevarle el arma, o incluso a algún custodio.

La fiscal Viviana Fein ha indicado desde el principio de la investigación que el caso pudo ser un homicidio, un suicidio o un suicidio inducido.

Lagomarsino, despedido el lunes por la fiscalía al considerar que no trabajó como debía a las órdenes de Nisman, es el único imputado hasta ahora en la investigación por el delito de prestar un arma a quien no tenía permiso para usarla.

La muestra de ADN fue tomada de una taza de café que pudo haber usado Lagomarsino cuando llevó el arma a la casa de Nisman, por lo cual el colaborador podría ser citado para el cotejo del perfil genético, según el portal Infojus, del Ministerio de Justicia.

Lagomarsino está acusado de haber facilitado el arma al fiscal. Los investigadores puntualizaron hace unos días que no han encontrado elementos que involucren al asesor informático en la muerte de Nisman.

En otro asunto, Carlos Alberto Muñoz, funcionario de la Secretaría de Derechos Humanos, renunció el lunes tras descubrirse que cumplió una condena de diez años de prisión en España por violar y golpear a su ex esposa. García Muñoz es un sobreviviente de la última dictadura militar en Argentina (1976-1983), experiencia que le valió la contratación como empleado de dicha secretaría.