Inauguraron Ancestros/Tipei Ñakor Yaak, obra de Álvaro Blancarte
Plasmé el origen de esa etnia en una zona ahora marcada por fronteras y represión, dice
Miércoles 11 de febrero de 2015, p. 4
Tijuana, BC.
El muralista Álvaro Blancarte optó por dejar de lado las controversias modernas del mundo fronterizo y se fue a los orígenes, a una época en la que no había muros o vallas.
Ancestros/Tipei Ñakor Yaak, obra del artista plasmada en un muro de más de 100 metros, que ayer fue inaugurada en la garita de Tijuana, remite a la cosmogonia kumiai.
El mural será lo primero de México que vean los que ingresen desde Estados Unidos o lo último para el que salga del territorio nacional, en el cruce fronterizo de El Chaparral. La creación de esa obra se inscribe en el segundo Festival Cultural Internacional.
Quise hacer un tema reflexivo sobre los primeros habitantes de la región. La etnia kumiai vivió en esta zona que ahora está marcada por líneas, fronteras y represión
, explica Blancarte (Culiacán, Sinaloa, 1934), en entrevista con La Jornada Baja California.
Despojo de tierras
Plasmé un mensaje ancestral, relacionado ciento por ciento con esos primeros habitantes que vivieron desde Escondido a Ensenada y desde Playas hasta La Rumorosa
, indica Álvaro Blancarte sobre esta etnia que enfrenta el despojo de sus tierras y la extinción.
Que mejor que ubicar a la etnia que vivió en un gran espacio, en una gran extensión, antes de que existieran las restricciones impuestas por políticas en esta zona
, dice.
Residente en la ciudad de Tecate, el muralista señala que ha conversado mucho con jefes kumiais y le han explicado las historias del nacimiento del hombre de acuerdo con su mitología y tradiciones.
Este trabajo en la garita de Tijuana lleva mucho de lo que me contó el kumiai y lo que narro a través del mural
, dice Blancarte, entre cuyas obras destacan los murales América Unida por el Arte, realizado de manera colectiva en Panamá, en 1993; Medicina azteca, en Gaza, Palestina, en 1998; Orígenes, en el vestíbulo del teatro del Centro Cultural Tijuana (Cecut), en 1995, y La entrada, en el andador que une a San Ysidro con Tijuana.
Ancestros/Tipei Ñakor Yaak, originalmente propuesto por el Colegio de la Frontera Norte (Colef) a representantes de Aduanas en la ciudad de México, fue autorizado el año pasado, impulsado fue el catedrático Manuel Valenzuela.
La obra narra el nacimiento del mundo kumiai, a través de una mujer que da a luz a la fauna mediante una fuente, que con la energía del Sol y de la Luna propician las condiciones para la llegada de los primeros hombres.
Todo esto sobre dos serpientes que significan el agua y la tierra de la región.
Con la finalidad de apreciar la obra, el muralista recomienda que el observador se informe de lo que significa la etnia milenaria de los kumiai y así conocerá mejor su significado.
Los kumiai sobreviven en pocas zonas de Baja California, principalmente en reservas entre San José de la Zorra, rumbo a Ensenada, y en Juntas de Neji y Peña Blanca, entre Tecate y El Hongo. Son unos centenares, en su mayoría asimilados por la modernización y sólo unos 15 hablan su lengua originaria.
De acuerdo con la descripción difundida por el Colef, en el mural resaltan figuras representativas del pasado del territorio transfronterizo. Es una obra que hace uso de materiales como la arena, el aserrín, el vidrio, o de cortes o desgarros, con colorido variado, diferenciando las zonas trabajadas con materia de las demás, la cual recupera elementos simbólicos provenientes de los pueblos nativos de la región, particularmente de la cultura kumiai, en cuyo territorio se asienta Tijuana
, señala el Colef.
El mural destaca, además, por el rescate de diversos elementos característicos del escenario primitivo bajacaliforniano, como el coyote, la serpiente, la Luna y el borrego cimarrón, así como los colores y texturas que identifican el paisaje natural y espacio urbano de la ciudad.