Apuntes sobre la escena electoral
Nada seguro aún
ada, o casi nada, está seguro en el PRD. Aunque algunos precandidatos saben desde ya que su boleto a la elección llamada intermedia está asegurado, la mayoría no puede echar campanas al vuelo, pero sí puede emigrar a tierras con diferentes banderas, ahora que en otras latitudes se abren espacios interesantes.
Dicen en el PRI de esta capital que el interés por la elección ha ido en aumento y que en su interior se están terminando de cocinar algunas decisiones que, según ellos, les darán un perfil de fuerza a sus candidatos porque a fin de cuentas reconocieron que en el DF, pese a lo que se diga, no tienen espacios. Y lo peor, saben que la ciudad de México es la entidad menos priísta de todo el país.
Con ese análisis en las manos, hay quienes aseguran que el que debe encargarse del partido durante las elecciones tiene que ser un militante de miras políticas muy altas, para tratar de cambiar lo que parece el destino del PRI en el DF, y proponen al sonorense Manlio Fabio Beltrones como el indicado para tomar las riendas de la estrategia electoral de ese partido.
Pero hay otros que apuestan por una renovación completa del tricolor en el DF. Sus argumentos advierten que la animadversión de los defeños al PRI tiene que ver con el trabajo político de personajes como, precisamente, Manlio Fabio Beltrones, por lo que no parece conveniente llevar a ese personaje a encabezar el rumbo priísta en la capital del país.
Y aunque para algunos perredistas el arribo de Beltrones sería conveniente, cuando menos para otros en otras entidades partidistas las cosa no será muy buena. Por lo pronto, el gelatinoso Xiuh Tenorio obtuvo un no rotundo en el equipo tricolor, lo que fue considerado en el mismo PRI como una decisión que está de acuerdo con las ideas del propio Manlio.
Pero más había tardado en suceder lo que les platicamos arriba, cuando los chuchos ya andaban en pláticas con el gelatinoso, y aunque a los de Nueva Izquierda no les da asco nada, desde el Zócalo les llegó una llamada de atención para que se quedaran quietos, porque, les dijeron, no hay modo de llevar a Tenorio.
Y no es sólo ese caso. En el PRD, como decíamos al principio, la baraja no está echada. En Iztapalapa podría cambiar la ruta que se tenía prevista, porque Clara Brugada está en la punta de las encuestas, muy lejos de sus competidores amarillos. Frente a esa realidad, que no se modifica luego de varias mediciones, se puede dar un cambio y los apoyos que se suponían para Dione Anguiano pasarían a otras manos, muy probablemente a las de Aleida Alavez, que tiene más posibilidades frente a la abanderada de Morena.
En Cuauhtémoc, por ejemplo, se adelanta la derrota. El escenario no parece prometer un triunfo amarillo; por el contrario, las posibilidades de Morena han ido creciendo y no se ve la forma de mantener esa demarcación en manos de la tribu de René Bejarano, quien por cierto también podría tener una apuesta por el candidato del partido que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Así van las cosas por el momento, pero prometen empeorar.
De pasadita
Pese a todo lo que ha pasado en el DF, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, tiene una idea que si bien no le quita el sueño, sí le ocupa buen tiempo del que dedica a la reflexión política de la ciudad, y la verdad es que ésta podría ser muy interesante. Lo que Mancera quiere es proponer una especie de cumbre de izquierdas en la que participen los líderes más importantes de esa forma de pensamiento. Pero el problema es qué hacer con el chuchismo, que alejaría cualquier posibilidad de unión, no sólo en la ciudad de México, sino en el país. Cómo la ven. Ese sí es un verdadero reto.