De los tres grandes grupos de productos que exporta e importa México, sólo los petroleros han mantenido por años un superávit que se extiende hasta 2014, pese al desplome en la producción y precio internacional del crudo. En cambio, las manufacturas y los productos agropecuarios han sido deficitarios, indican estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Las autoridades ponderan con insistencia que la composición de las exportaciones mexicanas ha cambiado, reduciéndose la dependencia del petróleo y sus derivados. A finales del año pasado, las manufacturas acapararon 85.7 por ciento de las exportaciones y 86.2 por ciento de las importaciones. En contraste, el petróleo crudo y sus derivados representaron 9.8 por ciento de las ventas foráneas contra 10.8 por ciento que sumaron las compras de derivados del petróleo, petroquímicos y gas natural.

Pese a tal composición, las cifras oficiales indican que la balanza comercial de los productos petroleros han sido superavitaria por lo menos desde que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y ello ha servido para reducir el déficit que acumulan el resto de los productos.

En general, la balanza comercial en 20 de los 24 años que corren de 1991 a 2014, consignados por el Inegi, ha tenido saldo negativo. Sólo en 1995, 1996 y 1997, años inmediatos a la entrada en vigor del TLCAN, así como en 2012, las exportaciones superaron en valor las importaciones que hizo México.

El mejor año fue 1995, cuando el superávit llegó a 7 mil 88 millones de dólares, al año siguiente fue por 6 mil 530 millones de dólares, en 1997 por 623 millones y en 2012 de tan sólo 18 millones de dólares.

El acumulado del periodo suma 148 mil 298 millones de dólares de déficit comercial. El Inegi desglosa la balanza a partir de 1993 y de entonces hasta 2014 los productos petroleros acumularon un superávit de 209 mil 734 millones de dólares, en tanto que los no petroleros, en los que predominan las manufacturas, tuvieron un déficit por 334 mil 819.9 millones de dólares. El promedio anual ha sido de 9 mil 533 millones de dólares de superávit en producto petroleros contra 15 mil 219 millones de dólares de déficit en el resto de las mercancías.

El año pasado, el comercio exterior cerró con 2 mil 441.5 millones de dólares de déficit, más del doble (106 por ciento) del registrado en 2013 que fue de mil 183.5 millones de dólares el menor históricamente, según los registros del Inegi.

El desbalance negativo entre importaciones y exportaciones se eleva a 3 mil 931 millones de dólares en los productos manufactureros y agropecuarios, pero la cifra se compensó con el superávit petrolero de mil 489 millones de dólares.

El récord deficitario de la balanza general corresponde a 1994, primer año del TLCAN, cuando las importaciones superaron por 18 mil 463.7 millones de dólares a las exportaciones. Ese año, el superávit petrolero llegó a 5 mil 168.7 millones de dólares.

Las cifras positivas de la balanza petrolera se desplomaron el año pasado: en 82.7 por ciento o 5.7 veces respecto del superávit de 8 mil 625 millones de dólares que todavía hubo en 2013 y en mil 201 por ciento o 13 veces si se compara con los 19 mil 379.8 millones de dólares que se alcanzaron en 2005, el mayor superávit petrolero del periodo referido. Incluso el saldo positivo de 2014 representa menos de la mitad del correspondiente a 1998, cuando fue de 3 mil 50 millones de dólares, el menor registro hasta que fue desplazado por el del año pasado.

El déficit de los productos no manufactureros también disminuyó 59 por ciento en un año: de 9 mil 808 millones en 2013 a 3 mil 931 millones de dólares en 2014. Esta última cifra representa la sexta parte de los 23 mil 632 millones de dólares del déficit máximo que este tipo de mercancías alcanzó en 1994.