El Senado reiniciará sesiones el próximo martes, sin una agenda común y con todas las fuerzas políticas inmersas en el próximo proceso electoral. El PRI tiene como prioridad aprobar la reforma en materia de seguridad y justicia remitida por el presidente Enrique Peña Nieto, el PAN las leyes anticorrupción y el PRD la reforma política del Distrito Federal y temas de derechos humanos.

El coordinador tricolor, Emilio Gamboa Patrón, reconoció que en el próximo periodo ordinario de sesiones, que se extiende de febrero a abril, habrá un ejército haciendo política de la buena, sin descuidar sus tareas legislativas a fin de participar en el proceso electoral en que se disputarán nueve gubernaturas y se renovará la Cámara de Diputados.

Actualmente hay siete senadores con licencia –cinco del PRI y dos del PAN– a los que se agregarán otros, como el priísta Óscar Román Sánchez, quien será jefe de campaña del candidato tricolor a la gubernatura de Campeche, según lo adelantó el propio Gamboa Patrón.

En esta coyuntura electoral el Senado tiene un amplio rezago legislativo por lo que la mesa directiva, que encabeza el perredista Miguel Barbosa, trabaja en depurar las cerca de 80 iniciativas de ley, pendientes de dictaminar, a las que se suman, además, las minutas de la Cámara de Diputados que están rezagadas.

Cada una de las comisiones de trabajo deberá decidir cuáles iniciativas pueden dictaminarse, ya que muchas de las 76 pendientes provienen de otras legislaturas, tienen hasta una década de estar en la congeladora y ya fueron rebasadas.

Una vez que concluyeron las reuniones plenarias de PRI, PVEM, PAN y PRD, cada uno de los grupos parlamentarios impulsará sus prioridades. En el caso de los priiístas Gamboa Patrón comentó que integraron una agenda que permitirá hacer frente a los principales retos nacionales y que contribuya a la realización del proyecto de Nación que ha delineado el presidente Peña Nieto.

Para los priístas figura en primer lugar la reforma en materia de seguridad y justicia, que no ha logrado el aval de las bancadas de PAN y PRD, que se oponen al establecimiento del mando único policiaco y a la facultad del gobierno federal para disolver ayuntamientos infiltrados por el narco y en general por el crimen organizado.

En la agenda del PRI figuran en segundo lugar las reformas sobre transparencia y combate a la corrupción y la política del Distrito Federal, temas que para el PAN y el PRD son las primeras, respectivamente.

Durante su reunión plenaria, los panistas dejaron claro que el combate a la corrupción ocupa el principal lugar en su agenda político-legislativa y por ello insistirán en que se apruebe el Sistema Nacional Anticorrupción que propusieron y no se pudo concretar en la pasada legislatura porque el PRI en la Cámara de Diputados modificó la propuesta.

El coordinador panista, Jorge Luis Preciado, comentó que no van a aceptar una legislación anticorrupción light, como lo pretende el PRI. Los panistas llevaron a cabo su reunión plenaria en Baja California Sur, en respaldo al senador con licencia Carlos Mendoza Davis, quien es candidato a la gubernatura de esa entidad.

Por lo que toca al grupo parlamentario del PRD, la agenda que aprobaron sus integrantes se centra en lograr que se apruebe la reforma política del Distrito Federal, que quedó pendiente en diciembre, pese a que el dictamen estaba ya en primera lectura.

Los perredistas quieren plantear también leyes reglamentarias en materia de transparencia, acceso a la información, rendición de cuentas y una legislación para el combate a la corrupción.