Desde hace un par de semanas trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) ensamblan una torre de perforación de 63 metros de altura (equivalente a un edificio de unos 20 pisos) con la que abrirán dos pozos: uno de 800 metros de profundidad y otro de 2 mil, pero no en busca de crudo, sino de agua potable, dentro de las instalaciones de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca, delegación Iztacalco.

El traslado de cada una de las 56 piezas que conforman esta torre –el equipo es de origen italiano modelo 2012 y su peso se calcula entre 180 y 190 toneladas– se efectuó a partir del 17 de enero en 56 viajes desde Poza Rica, Veracruz, a la ciudad de México.

Una vez concluido el ensamble los trabajadores comenzarán a montarla con el apoyo de media docena de grúas, maniobra que calculan tardará alrededor de una semana, mientras que los trabajos de perforación podrían comenzar la primera quincena de marzo.

Lo anterior forma parte del proyecto de perforación del pozo exploratorio y de investigación a 2 mil metros metros, denominado Agrícola Oriental No. 2, así como la elaboración de estudios complementarios para el abastecimiento de agua potable en la ciudad de México, que hace dos años anunció el Gobierno del Distrito Federal (GDF).

Estas obras que realizará Pemex siguen un esquema de colaboración con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con una inversión cercana a 320 millones de pesos, de los cuales las dos últimas aportarán 50 por ciento, y la otra mitad la paraestatal a través de la tecnología para la perforación de los pozos.

Para que Pemex pudiera meter la maquinaria al predio, en el que había una cancha de futbol americano, el sistema de aguas reforzó el suelo con una capa de 50 centímetros de grueso, compuesta por tepetate, arena y tierra sobre una superficie de 125 metros de largo por 60 de ancho, en la que se realizarán las obras.

En entrevista, el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre Díaz, explicó los pormenores del proyecto, el cual, enfatizó, se trata de un estudio, cuya expectativa es confirmar que se pueden extraer unos 4 mil litros por segundo del acuífero profundo. No hay nada seguro, admitió.

Describió que “se harán dos pozos: el primero se perforará a 800 metros de profundidad y se tomarán cuatro muestras en distancias establecidas –que se enviarán a un laboratorio para su análisis–, y el otro a 2 mil metros, entre uno y otro habrá una separación de unos 12 metros”.

En una hoja de papel dibujó la forma en que se harán las perforaciones. Esto nos permitirá estudiar el potencial del acuífero profundo, que está en vulcanitas, y penetrar las calizas para determinar también su potencial, apuntó.

Aguirre Díaz abundó en que el propósito es demostrar la existencia de una capa impermeable de arcilla, la cual divide el acuífero del que en la actualidad se extrae el líquido, y otro profundo, que con base a estudios geológicos se cree que va por debajo del volcán Popocatépetl y la sierra de las Cruces.

Primero debemos confirmar que esa capa es suficientemente extensa para garantizar que hay un sistema impermeable que separa los dos acuíferos, por lo que al extraer agua del segundo no se afecta al de arriba, y al mismo tiempo verificar la calidad del agua ubicada en las capas inferiores del antiguo lago de Texcoco, que son vulcanitas, y la que se tiene en las calizas, detalló.

Según la explicación de los especialistas de Pemex, la perforación del primer pozo tardará alrededor de 60 días, y el segundo, 30.

Para dar una idea de la magnitud de las obras, Aguirre Díaz equiparó la profundidad de estos pozos con los convencionales que se perforan de 300 a 500 metros de profundidad.

El director del Sacmex amplió que en este año se construirán otros dos pozos profundos, en sitios aún por definir, aunque probablemente estén en las delegaciones Iztapalapa y Tláhuac. Los resultados permitirán a la Conagua decidir en 2016 si el pozo profundo es una nueva fuente de abastecimiento para la ciudad de México, acotó.

En 2013, el Sacmex encontró un acuífero a dos kilómetros de profundidad en el primer pozo de San Lorenzo Tezonco, cer- ca de la Central de Abastos, en Iztapalapa, el cual suministra en la actualidad 80 litros por segundo a la red de esta demarcación.

La perforación de este pozo estuvo a cargo del Sacmex, e inició en junio de 2011 y concluyó en enero 2013, con un costo de 66 millones de pesos.