Algunos expertos consideran que el recorte del gasto público que prácticamente recae en las dos entidades productivas de Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), es mala noticia para el país y para la reforma energética, en particular para la primera empresa.

Fluvio Ruiz Alarcón, consejero independiente del organismo subsidiario Pemex-Petroquímica, afirmó que el recorte vendrá a posponer todos los planes de transformación y es la primera prueba de los alcances reales de la autonomía presupuestal de Pemex, derivada de la reforma energética.

A su vez, Carlos Huerta, especialista en temas energéticos y presupuestales, aseguró que Pemex financia el gasto público en una tercera parte, en consecuencia, no puede tener independencia presupuestaria para lograr su propósito de creación de valor en materia energética, tal y como lo mandata la ley de esa paraestatal.

Por tanto, lo que se requiere es una reforma hacendaria integral que despetrolice las finanzas públicas. Con ello se le daría independencia a Pemex, que es pilar fundamental de la reforma energética y garante de la seguridad de largo plazo en este sector.

Mencionó que Pemex está financiando el recorte en 50 por ciento. Otra vez se utiliza como ajuste de las cuentas nacionales y la empresa productiva de Estado es un mero concepto vacío, destacó.

Fuentes internas de Pemex señalaron que las áreas en que se realizará el recorte serán definidas después de la junta de consejo de administración que se realizará el 13 de febrero. Aunque, aclararon, podría convocarse a una junta extraordinaria, pero los proyectos de explotación de crudo se mantendrán inalterados.

Por su parte, fuentes oficiales de la CFE indicaron que no habrá despidos de empleados, y también se discutirán en el seno del Consejo de Administración los proyectos que podrían ser pospuestos.

Haydeé Elena Moreyra García, profesora del departamento de Economía y Finanzas del Tec de Monterrey, consideró que la suspensión definitiva del tren transpeninsular y del que iría a Querétaro manda una mala señal a los inversionistas internacionales, donde se lee que en México se pueden suspender obras de la noche a la mañana.

José Luis de la Cruz, presidente del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, advirtió que con el recorte presupuestal resultará muy difícil alcanzar la meta oficial de crecimiento económico para este año de entre 3.2 y 4.2 por ciento, además que posiblemente no sea el único que se dé durante 2015, pues posiblemente haya otro más profundo en 2016.

Ese 0.7 por ciento del producto interno bruto que representa el recorte implicará por lo menos una disminución de medio punto porcentual en el crecimiento económico, porque se afectan proyectos de inversión. La medida es un contrasentido a la política de gasto que el gobierno federal planeó como motor de crecimiento, y al anular proyectos de infraestructura que impulsarían la capacidad productiva del país incidirá en la desaceleración económica.

El especialista consideró que para evitar más afectaciones en la economía el gobierno debe aplicar, de manera contingente, programas de fomento económico para el sector productivo en los que la iniciativa privada, nacional o extranjera, invierta más para compensar la disminución del gasto.

El presidente del Observatorio Ciudadano de la Energía, José Manuel Muñoz, señaló que Pemex y CFE deben informar, con mucho detalle y precisión, en qué áreas aplicarán recortes, para que no se corra el riesgo de que cierren o reduzcan las operaciones de áreas productivas y rentables.