Nueva York, 30 enero.

La Coalición de Trabajadores de Immokalee recibió en la Casa Blanca la Medalla Presidencial por Esfuerzos Extraordinarios en Combatir la Esclavitud Moderna en reconocimiento de su programa de comida justa que está transformando las condiciones básicas de los jornaleros en los campos de Florida, incluyendo liberarlos de las peores formas de explotación.

El secretario de Estado John Kerry presidió la ceremonia donde entregó la medalla a dirigentes de la Coalición (CIW), entre ellos los cofundadores Lucas Benítez, Greg Asbed y Laura Germino, declarando que el trabajo de combatir la trata humana que se ha realizado es un logro extraordinario, y nos recuerda a todos no sólo el trabajo que tenemos que hacer, sino que individuos dedicados, como estos de la Coalición, pueden lanzarse contra la injusticia, romper barreras y hacer un mundo de diferencia.

La medalla presentada al CIW declara: Por sus esfuerzos extraordinarios en combatir la trata humana al impulsar el Programa de Comida Justa, empoderar trabajadores agrícolas y empleando fuerzas del mercado y consciencia de los consumidores para promover transparencia en la cadena de proveedores y erradicar la esclavitud moderna en granjas que participan, otorgamos esta Medalla Presidencial con la firma del presidente Barack Obama.

Kerry hablo de cómo CIW ha efectivamente erradicado el tráfico humano en las granjas que participan en su Programa de Comida Justa, y que la organización ha participado a lo largo de los últimos 15 años en esfuerzos judiciales que liberaron a más de mil 200 jornaleros de la esclavitud moderna en Florida.

Lucas Benítez, después de la ceremonia en la Casa Blanca, comentó a La Jornada que es un honor recibir esto después de todo este tramo que hemos caminado, pero lo más importante es que hemos creado un modelo para la industria con el que abatir el trabajo forzado, la esclavitud moderna, y ese modelo es como un antibiótico contra los abusos laborales. Resaltó que por primera vez, son los trabajadores que diseñaron el modelo de la responsabilidad social, y somos los que les decimos a las empresas que la tienen que implementar.

El movimiento de CIW impulsando el modelo de responsabilidad social dirigida por trabajadores en alianza con consumidores, estudiantes, religiosos y organizaciones sociales por todo el país, ha brindado acuerdos sin precedente con algunas de las empresas del sector alimenticio más poderosas del país –desde empresas agroindustriales a cadenas nacionales de comida rápida y supermercados– y han resultado no sólo mejores salarios, sino la aplicación de normas que cambian de manera básica las condiciones de trabajo en los campos.

Así, unos 20 años después de que jornaleros inmigrantes mexicanos, guatemaltecos y haitianos en la zona agraria del pueblo de Immokalee en el centro-sur de Florida decidieron poner fin a la explotación extrema y la violación de los derechos fundamentales en los campos de jitomate y se creó un movimiento que continúa transformando una industria a nivel nacional. Esta semana, lo que empezó en una esquina casi desconocida del país fue reconocido en el más alto nivel del poder político de este país, la Casa Blanca.

Pero Benítez, Asbed y sus compañeros de CIW dejaron claro que aunque reconocimientos tan prestigiosos son importantes, su prioridad día a día es ampliar la lucha contra la violaciones de los derechos humanos de los trabajadores en los campos de este país en un movimiento encabezado por esos mismos trabajadores.

Para mayor información sobre CIW: http://ciw-online.org