La Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, que permite la geolocalización de personas, se convirtió en un ingrediente más de la tormenta perfecta que ya existía en México en materia de inseguridad, pues alimenta el crecimiento de la delincuencia organizada al permitir el libre acceso a datos personales de manera ilícita, afirmó Edgardo Buscaglia.

Sostuvo que esta ley, aprobada por el Congreso y convalidada por el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Ifai), es un subsidio directo para el aumento de los delitos que dependen de datos personales, como el fraude electrónico, extorsiones masivas a través de padrones más eficientes que los que pueda tener el gobierno y a los que ahora tiene acceso el crimen organizado.

Al ofrecer la conferencia Los desafíos de la lucha contra la delincuencia organizada frente a los estándares internacionales de protección de datos privados, el especialista argentino insistió en que los países que menos respetan los datos personales son aquellos que tienen mayor incidencia de delincuencia organizada, entre los que se encuentra México, país que viola sistemáticamente una serie de derechos humanos, derivados de documentos internacionales suscritos por México, a los que parece nos hemos acostumbrado.

Convino en que es difícil reconocer a un delincuente de un funcionario, especialmente en los estados, y que en este escenario la desconfianza social en las autoridades son un aliciente para la delincuencia organizada.

El especialista argentino participó en el Día Internacional de la Protección de Datos Personales, organizado por el Ifai, en el que previamente el senador Alejandro Encinas responsabilizó al gobierno federal de frenar las negociaciones para aprobar, antes del 7 de febrero, las leyes secundarias en materia de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.