El joven y su novia están acusados de intento de robo a una policía federal
Miércoles 28 de enero de 2015, p. 9
La huelga de hambre del activista Bryan Reyes, preso desde el pasado 15 de noviembre en el Reclusorio Norte, cumplió 27 días. El joven está acusado de intento de robo a una policía federal.
En entrevista vía telefónica desde el penal con La Jornada, Bryan asegura que su detención tiene ‘‘motivos políticos’’. Por ello, subraya que ni él ni otros de sus compañeros internados en reclusorios del Distrito Federal y Puebla (que iniciaron de manera conjunta una huelga de hambre desde el primero de enero) levantarán el ayuno.
El 15 de noviembre del año pasado, mientras caminaba por calles de la colonia Jardín Balbuena junto a su compañera, Jacqueline Santana, fueron detenidos de manera violenta por sujetos que se identificaron como policías federales.
Se les acusó de intentar robar 500 pesos a una agente federal, a quien presuntamente amenazaron con un cuchillo de cocina. Reyes fue consignado en el Reclusorio Norte y Santana en el penal de Santa Martha Acatitla. Recientemente, la defensa legal de los jóvenes dio a conocer un informe pericial en materia dactiloscópica, en el que se determinó que no se hallaron huellas en el cuchillo que presuntamente habrían usado para el asalto.
Por ello, Bryan confía en que pronto obtendrán su libertad, pues asegura que son inocentes de los hechos que se les imputan.
‘‘Tomamos la decisión de permanecer en el reclusorio, pues pudimos declararnos culpables y alcanzar fianza. Sin embargo, ésta es otra forma de lucha. Confío que en cualquier momento saldremos y seremos absueltos; no es sólo por una ambición personal para no tener cargos jurídicos, sino para evidenciar la sistemática represión y persecución que hay contra quienes participamos en el movimiento social, que sin evidencias nos levantan y encarcelan.’’
Al ser interrogado en torno a un video que circuló en redes sociales donde se ve a él, a Jaqueline y a otras personas contando dinero (monedas y billetes de baja denominación), Reyes aclara que se trató de una colecta que se hizo en una caseta de cuota con el objetivo de recabar fondos para los familiares de los normalistas de Ayotzinapa, recursos que se entregaron en especie a una caravana de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y en noviembre se enviaron a la normal.
Aun cuando en dos ocasiones ha solicitado formalmente realizar una visita interreclusorios para poder ver y hablar con Jacqueline, el recurso le ha sido negado. Incluso ayer envió su tercera petición. ‘‘Me han condicionado, me dijeron que para que lo autoricen tengo que retirar la queja que tramité por las violaciones a mis derechos humanos al momento de mi detención’’, finaliza.