La renuncia o firma de acuerdos de terminación de contrato de 145 funcionarios de distintos niveles del Ifai es algo normal en la administración pública, en especial si el personal es de confianza, afirmó la comisionada Areli Cano, tras señalar que en todos los casos se ha cumplido con la ley, como lo muestra el hecho de que no hay una sola demanda laboral, además de que en algunos ingresos anteriores si bien hubo criterios de evaluación de perfiles, había contradicciones en los diversos acuerdos de esas contrataciones.

En entrevista, la comisionada Areli Cano justificó asimismo la contratación sin concurso de nuevos empleados para cubrir las 145 plazas y la creación de nuevos puestos sin la serie de pruebas a que obligaba el servicio profesional de carrera, a la que se sujetaron los trabajadores sustituidos.

Acuerdos específicos

La comisionada subrayó que no existe propiamente un servicio profesional de carrera en el Ifai, sino un estatuto de servicio profesional, que no tiene mecanismos normativos y que nunca operaron en la administración anterior. Lo que establecieron (los anteriores comisionados) para las contrataciones fueron acuerdos específicos, más allá de evaluar perfiles, conocimientos y capacidad profesional.

Explicó que tanto los que suplieron a quienes renunciaron o los nuevos funcionarios fueron contratados sólo por 10 meses, tiempo tras el cual deberán concursar cada plaza, luego de una convocatoria pública y abierta y con reglas claras que terminen con los acuerdos contradictorios con que se contrató a personal en el pasado.

Interrogada sobre el aumento salarial que se otorgó a los comisionados, Areli Cano respondió que sus percepciones mensuales están por debajo de otros organismos, como el Instituto Nacional Electoral, Inegi o la Comisión Federal de Competencia Económica.

Por otra parte, la comisionada rechazó que en el Ifai se hayan repartido las distintas direcciones, como han denunciado trabajadores en activo y despedidos.

Dijo que la reducción de salarios a los empleados deriva de una retabulación, ya que en muchos casos, afirmó, había directores con altos salarios que no se justificaban.