Atenas.

El cantante Demis Roussos, fallecido este fin de semana a los 68 años, fue durante décadas una de las grandes figuras de la música popular y folclórica, tan célebre por sus canciones como por su silueta imponente y su vestimenta abigarrada.

We shall dance, Forever and ever y My only fascination fueron algunos de los muchos éxitos que llegaron a lo alto de las listas de ventas en los años 80, antes de seguir una carrera más discreta.

Nacido de padres griegos el 15 de junio de 1946 en Alejandría (Egipto), Roussos fue más allá del género de las variedades y se inscribió en la tradición de la world music (músicas del mundo), por cantar indistintamente en griego, inglés, español o francés.

En 1968 se dio a conocer con el grupo Aphrodite’s Childs y con el tema Rain and tears, título nacido de su encuentro con el compositor Vangelis Papathanassiou, quien posteriormente se convertiría en uno de los grandes nombres de la música por sus bandas sonoras.

Su voz se conjugaba con su aire de patriarca mediterráneoFoto Ap

Tres años después de ese primer éxito, Roussos (cuyo nombre real era Artémios Ventouris) hizo su debut en solitario con el tema We shall dance, que lo propulsó a la cabeza de las listas de éxitos en varios países.

Su voz, rápidamente reconocible, se conjugaba con su físico de coloso barbudo, sus ropas estrafalarias y su aire de patriarca mediterráneo.

Cantante y músico, multiplicó sus éxitos en los años 70 y 80 con títulos como Good-bye my love, good-bye o My only fascination. En España, en la década de los 80, se hizo muy popular con la versión en castellano de algunas de sus canciones.

Demis Roussos vendió decenas de miles de discos en el mundo, gracias a su estilo muy personal, en el que se asociaban melodías inspiradas en el folclor griego con historias de romances y desamor.

Tras varios años de silencio, Roussos publicó un último disco en 2009 y dio varios conciertos en Europa, antes de retirarse definitivamente de los escenarios.