Para recuperar la producción nacional de arroz –cuarto cultivo en importancia nacional además del maíz, frijol y trigo– el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) entregó dos variedades del cereal a los agricultores y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) se comprometió a respaldarlos con la adopción de nuevas tecnologías, evaluación de materiales vegetativos, capacitación y asistencia técnica.

Los agricultores se comprometieron a incrementar la producción de arroz en 20 mil 500 toneladas en este año. La meta es duplicar la cosecha nacional para 2018.

Alejandro Díaz Hartz, presidente del Consejo Nacional de Productores de Arroz de México, comentó que el año pasado los productores obtuvieron 205 mil toneladas del cereal –15 por ciento más con respecto a 2013– ya que sembraron 45 mil hectáreas. Nuestra meta para este año es sembrar de 50 a 60 mil hectáreas, es un paso muy fuerte, pero si hay voluntad política de las autoridades para evitar que se incrementen los precios de los fertilizantes y de otros insumos, y se entregan en tiempo y forma los créditos, lo lograremos, expuso en breve entrevista.

Puntualizó que la determinación de las autoridades de imponer aranceles a las importaciones de arroz de países con los que México no tiene firmados tratados de libre comercio y que estarán vigentes a partir de hoy, es un aliciente para los productores de arroz. La batalla fue larga, pues en 2008, con la crisis alimentaria, se eliminaron los aranceles, pero una vez superada la emergencia no se volvieron a aplicar.

Destacó que la industria nacional acordó recibir toda la producción nacional a un precio de 3 mil 800 pesos por tonelada para las cosechas del primavera verano.