Directivo pide ajustar esquemas ante problemas económicos
Lo previsto son recursos públicos y privados en 58 y 42%, dice SCT
Viernes 23 de enero de 2015, p. 27
El gobierno federal y las empresas constructoras podrían buscar alternativas de financiamiento para desarrollar el nuevo aeropuerto si la economía mexicana va a la baja, consideró este jueves Raúl González Apaolaza, director corporativo de infraestructura del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México.
Ante la situación económica tendremos que ajustar esquemas de financiamiento. Nosotros basamos la construcción en recursos fiscales complementados con recursos bancarios; tenemos que revisar, pero no me corresponde lo financiero
, dijo el directivo durante la cuarta Conferencia Anáhuac: Perspectivas turísticas para México.
Explicó que la economía mundial, y la mexicana en particular, atravesarán una situación difícil
debido principalmente a la caída de los precios internacionales del petróleo. Por ello, el grupo aeroportuario explora alternativas de inversión y son los grupos de interés (en la construcción de la terminal) los que nos pueden apoyar. Aeroméxico ha hecho propuestas
, al igual que otras líneas aéreas que operan en el aeropuerto internacional Benito Juárez.
González Apaolaza detalló que en febrero comenzarán las obras de preparación de terreno, en el estado de México, aunque el levantamiento del edifico comenzaría a partir de 2016.
Por lo pronto, dijo, el progreso de construcción no se verá afectado este año por la caída en el precio del petróleo, debido a que se cuenta con recursos fiscales en el presupuesto y con créditos de la banca comercial nacional y extranjera para comenzar las obras.
Los trabajos correspondientes a este año estarán enfocados en la preparación del terreno, apertura de vías de acceso, así como al levantamiento de protecciones de colindancia, entre otros aspectos.
El gobierno federal cuenta con 19 mil millones de pesos este año, de los cuales 6 mil millones provendrán del erario y el resto de financiamientos con la banca comercial. Según la ruta crítica de construcción
, se pretende concluir la obra en octubre de 2018, tiempo durante el cual habrá inversiones de entre 35 y 40 mil millones de pesos por año.
La operación de la nueva terminal aérea debería comenzar a partir de octubre de 2020.
González Apaolaza señaló que se proyecta un periodo de capacitación de personal y de búsqueda de certificaciones ambientales antes del comienzo de las vuelos, es decir, entre 2018 y 2020.
El directivo informó que el gobierno federal ha convocado a dos licitaciones mediante invitación y no de manera abierta.
No puede ser licitación abierta, se invita a la gente que tiene capacidad y la limitante única es que las empresas hayan hecho aeropuertos similares. No podemos arriesgarnos a que un grupo participe sin tener experiencia
para realizar la obra.
Explicó que otro de los requisitos es que las compañías mexicanas concreten alianzas con empresas de experiencia en la construcción de este tipo de aeropuertos. En México no hay ninguna empresa, ni constructora ni de diseño, que haya hecho un aeropuerto con esta capacidad
.
Por la noche, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) precisó que el esquema de financiamiento originalmente diseñado para la construcción del nuevo aeropuerto se mantiene vigente y se encuentra de acuerdo con lo programado
, al preveer un financiamiento mixto de recursos públicos y privados, en una proporción de 58 y 42 por ciento, respectivamente.
Los recursos públicos estarán considerados en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Respecto de los privados, el esquema financiero prevé la captación hasta de 6 mil millones dólares mediante créditos y emisión de bonos, que serán pagados con los recursos que generen el aeropuerto actual y el futuro.