Jueves 22 de enero de 2015, p. 22
Tiwanaku, Bolivia.
Con sahumerios de nopal y mirra, el presidente boliviano Evo Morales recibió las fuerzas de los dioses andinos Inti y Pachamama, en una ceremonia ancestral en el complejo ritual preincaico de Tiwanaku, antes de asumir el jueves su tercer mandato en el Congreso.
El rito andino, de arraigada tradición indígena, sirve para convocar el buen augurio y despejar los malos espíritus. Para asistir la ceremonia, miles de indígenas, principalmente aymaras y quechuas, convergieron este miércoles en Tiwanaku, cuya existencia se sitúa entre los años mil 500 a.C y mil 200 d.C.
Tiwanaku o Tiahuanaco, cerca del lago Titicaca, a 3 mil 800 metros sobre el nivel del mar, alberga los restos líticos de una de las culturas más longevas de la humanidad. Cuando Cristo estaba naciendo en Belén, el año cero de nuestra era, esta ciudad ya era un centro ceremonial sagrado para todo el territorio andino, relacionado científicamente, comercialmente, con los pueblos de las tierras bajas y con los del norte y sur de este continente
, aseveró Evo Morales.
Momentos antes, a pesar del frío de 5°C, miles de indígenas y campesinos, principal sustento político de Morales, le dieron la bienvenida al presidente con banderas tricolores bolivianas y con las ajedrezadas y multicolores wiphalas
.
Estamos desde las 5 de la mañana aquí, nosotros estamos felices por que el presidente venga
, le dijo a la Afp la ama de casa Nicolasa Ramírez, aymara de 37 años. Cientos de indígenas, como Ramírez y su esposo, formaron una columna de honor para recibir al gobernante.
Los rituales y la vestimenta indígena
En contraste, Morales, aún sin los ropajes tradicionales, llegó en helicóptero a Tiwanaku, procedente de La Paz, a unos 71 kilómetros de distancia, y fue recibido por miles de indígenas, en medio del ulular de pututus
, cuerno vacuno convertido en instrumento de viento. De inmediato un grupo de amautas, yatiris y otros chamanes realizaron cinco rituales en distintos lugares del centro religioso, en el cual también estuvo presente una centena de delegaciones de países extranjeros.
El ambiente fue inundado por el olor de sahumerios, la quema de mirra, nopal, semillas y raíces de árboles, una antigua tradición de los indígenas para capturar las energías benéficas de la naturaleza.
Los indígenas, sonrientes, saludaron a Morales con vítores aymaras como ¡Jallalla Evo Morales!
(viva Evo Morales). Algunos trataron de alcanzar a su líder para estrecharle la mano.
A los pies de un milenario monolito antropomorfo de siete metros de altura, los chamanes realizaron un ritual de limpieza
, con ruegos y plegarias en aymara, alrededor del mandatario.
En este punto se produce el cambio de la vestimenta. Los chamanes despojaron a Morales de su ropaje occidental (pantalón, camisa, chaqueta y zapatos), y le colocaron otra camisa blanca con adornos indígenas, una toga que llaman unku
un tejido de lana de vicuña y una gorra de cuatro puntas llamada “chu’cu” que simboliza los cuatro puntos cardinales. Los zapatos son remplazados por ojotas de cuero.
Encima de la camisa, lo visten con un pectoral, hecho de una aleación de oro, cobre y plata, cuya finalidad es absorber las energías de la naturaleza. Debe ir cerca del corazón para que gobierne con ecuanimidad, según la explicación oficial. Como símbolo de su liderazgo empuña un báculo metálico.
Luego, flanqueado por sabios aymaras, recorre varios puntos simbólicos de Tiwanaku, como la pirámide Akapana (lugar de descanso) y el templete Kalasasaya (las piedras paradas). En cada parada, el ritual es casi el mismo: chamanes con braseros encendidos y rogativas a los dioses Inti (sol) y Pachamama (madre-tierra) para que sus energías ayuden a Morales en su mandato que termina en 2020.
Recuperar lo mejor del pasado
En respuesta a los detractores de la preeminencia indígena, Morales afirmó que la ceremonia no es un retorno romántico al pasado, sino una recuperación científica de lo mejor de nuestro pasado, para combinarlo con la modernidad
.
El mandatario también abogó por cuidar la naturaleza: todos somos responsables de este único mundo, no es cuestión de razas, no es tema de colores, porque no es el color de mi cara lo que te va a matar, sino es el color del agua y el olor del aire que respiras
, dijo.
La ceremonia oficial de investidura del tercer mandato consecutivo de Morales, de 55 años de edad, se realizará en el Congreso boliviano en La Paz el jueves. Se espera la presencia de mandatarios y delegaciones de unos 40 países.