Miércoles 21 de enero de 2015, p. 16
El presidente Enrique Peña Nieto adquirió, pocas semanas después de asumir el cargo como gobernador del estado de México, a finales de 2005, una propiedad en un exclusivo club de golf en Ixtapan de la Sal al empresario Roberto San Román Widerkehr, quien fundó una empresa local de construcción que ganó contratos por 100 millones de dólares en obra pública, durante la administración del mexiquense, revela The Wall Street Journal (WSJ) en su edición de este miércoles.
La empresa de San Román Widerkehr –Constructora Urbanizadora Ixtapan SA, fundada a finales de 1998– obtuvo 11 contratos federales desde la llegada de Peña Nieto a la Presidencia en 2012, por un monto cercano a 40 millones de dólares, por lo que se convirtió en participante a escala nacional, con negocios en varios estados. Destaca que antes de que Peña llegara al poder, su empresa nunca había ganado un contrato directo del gobierno federal.
La investigación revela que el vendedor de la propiedad de 2 mil 136 metros cuadrados, adquirida por 372 mil dólares en el Ixtapan Country Club Gran Reserva, no se había dado a conocer hasta ahora, a pesar de que Peña Nieto incluyó el immueble en su declaración anual de bienes.
Precios de mercado
El vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, dijo que el Presidente compró la casa a precios de mercado y la transacción no representó ningún conflicto de interés. La relación de Peña Nieto con algunos miembros de la familia San Román se remonta a varias décadas
. El diario señala que los San Román han sido desde hace mucho tiempo prominentes miembros del PRI.
A pesar de que San Román murió en 2010, luego de que su hijo se hiciera cargo del negocio, The Wall Street Journal señala que de acuerdo con registros del gobierno, durante la gestión de Peña Nieto como gobernador obtuvieron negocios de obra pública por 107 millones de dólares en todo el estado, incluyendo varias carreteras y parte de un contrato para construir dos hospitales de Amecameca y Chimalhuacán.
Además, obtuvo un contrato para construir un piso de estacionamiento en el aeropuerto de Toluca, donde el gobierno federal tenía una participación de 25 por ciento en la compañía que lo opera. Durante la administración federal de Peña Nieto, la constructora ha ganado 11 contratos federales por cerca de 40 millones de dólares. Seis de éstos no eran de licitación.