San Cristóbal de las Casas.

La cuarta jornada del Festival Internacional de Cine de San Cristóbal fue dedicada al cineasta mexicano Jorge Fons.

Al mediodía el cineasta tuvo una charla con el actor Héctor Bonilla, sobre su película Rojo amanecer, acerca de la cual confesó: Le censuraron cuatro minutos.

Con posteridad, en reunión con los represenantes de los medios de comunicación dijo: “Sea bienvenida la piratería. Todas mis películas las tengo en versión pirata, y es la única forma en que he visto completa Rojo amanecer”.

El homenaje culminó cuando Fons recibió el premio Ámbar que otorga el festival. El realizador expresó: Agradezco de corazón el galardón, el entusiasmo y los aplausos. Son muy especiales para mí. Deseo que este encuentro dure muchos años. El público rindió tributo de pie al cineasta.

Jorge Fons se presentó a la charla con Bonilla en el teatro Daniel Zebadúa, la cual fue moderada por Benito Taibo, quien después de resaltar la trayectoria del cineasta ante el joven auditorio preguntó específicamente sobre Rojo amanecer.

Fons respondió: La hicimos en secreto, pues era sobre el 68. Un jacal nos sirvió de foro, no estaba terminado, y cuando empezábamos a grabar teníamos que aplaudir para asustar a las palomas que se anidaban en el techo. Todos los que participamos lo hicimos gratis, porque se nos acabó el dinero rápido. Después, como el papel de Bonilla era pequeño, cuando éste terminó su actuación salió a conseguir más dinero.

Héctor Bonilla intervino y confesó: “Estaba hasta la madre de Televisa y de toda la mierda que hacía, así que decidí hacer Rojo amanecer: puse en riesgo todo mi patrimonio. Lo bueno fue que mi esposa salvó la casa, si no también la hubiera vendido. A pesar de que fue una película barata, recibimos ayuda de mucha gente... Cuando salí a conseguir más dinero le llevé el guión a Gabriel García Márquez, quien me dijo que estaba loco por hacerla y que él no le entraba porque como extranjero no podía opinar. Fui con Carlos Fuentes, pero ni siquiera quiso leer el guión. Sin embargo, la acabamos”. El actor Valentín Trujillo aparece como productor final en la película.

Al retomar la palabra el director de Los albañiles develó por qué existe una versión completa de Rojo amanecer. Indicó: “La película se salvó, porque un amigo de RTC al verla dijo que hiciéramos una copia y la mandáramos a Estados Unidos y a Cuba, antes de que fuera calificada. Fue una recomendación formidable, porque años después asistí a una proyección y estaba completa.

“En la piratería también hay una copia íntegra. Que la piratería sea bienvenida, porque tengo toda mi filmografía en copias piratas... ojalá que algún día Rojo amanecer se pueda remasterizar, completa con los cuatro minutos que se le editaron, que corresponden a la escena en la que un niño va saliendo a la Plaza de las Tres Culturas, de Tlatelolco, y detrás de él pasa una pareja de soldados, y a la de una niña criticando al Ejército mexicano. Quizá podrían incluirse como extra todas las anécdotas que hay en torno a la cinta con los nuevos formatos”.

Más cinéfilo que director

Fons se dio oportunidad para hablar de sus inicios: Siempre me he considerado más cinéfilo que director, comencé viendo todo el cine mexicano y el de Charles Chaplin. No fue fácil, comencé de asistente de cine y después tuve la oportunidad de filmar tres cuentos, una comedia con un final sorpresivo... Quiero mucho a los actores que han trabajado conmigo; ellos son los de las emociones, son como mis hijos. Cuando hago una película trato de que el ambiente sea como de familia.

En el colofón del homenaje, Bonilla llamó a Fons al proscenio para entregarle el premio Ámbar. Frente al micrófono el cineasta soltó: Muchas gracias a los que organizaron un festival al que le deseo todos los años, todas las películas por venir. Me da mucho gusto recibir este homenaje y me da pena, porque uno piensa que hay que hacer las cosas y nada más. Y cuando a uno le dicen que las cosas que uno ha hecho provocan algo bonito a los demás, da pena, pero agradezco mucho.