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Líderes responden que el producto subsidiado sabe mal y no les alcanza para otras marcas

Indígenas de Durango prefieren los refrescos a la leche: Liconsa

Apenas se consume 31% del total entregado por la empresa estatal en la región

Beneficiarios dudan de su calidad

Persisten elevados índices de desnutrición en la zona, admiten funcionarios

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Mujeres de la comunidad tepehuana de La Huajolota, municipio de Mezquital, Durango, esperan a que abran la tienda DiconsaFoto Saúl Maldonado
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 20 de enero de 2015, p. 26

Durango, Dgo.

El director local de Leche Industrializada Conasupo (Liconsa), Carlos Aguilera Andrade, afirmó que no ha sido posible abatir la desnutrición en la zona indígena de Durango porque la gente prefiere consumir refrescos en vez de leche; sin embargo, representantes de tepehuanos y huicholes aseguran que no toman el producto de Liconsa porque sabe feo; les gusta la leche comercial, pero es más cara que las gaseosas.

Un litro de leche Liconsa cuesta 4.50 pesos (subsidiado por la Federación); un litro de producto comercial en la región indígena tiene un precio de 15 pesos; una Coca-Cola de 2.5 litros vale 22 pesos. Aun así, las etnias del municipio de Mezquital prefieren comprar refrescos que leche, explicó el funcionario.

Liconsa tiene un padrón de 3 mil 500 beneficiarios en la zona indígena de Mezquital; cada uno tiene derecho a comprar hasta 16 litros al mes. Sin embargo, en esa región el promedio de consumo de leche subsidiada es de cinco litros por beneficiario al mes; es decir, sólo se consumen 31 litros de cada 100 que deja Liconsa. Mezquital tiene 33 mil 436 habitantes, alrededor de 90 por ciento indígenas.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 90.8 por ciento de los pobladores de Mezquital (29 mil) son pobres y de ellos más de 58 por ciento (casi 19 mil) padecen pobreza extrema.

Noventa por ciento de los habitantes de Mezquital tienen percepciones debajo de la llamada línea de bienestar o no tienen ingresos.

Para Pablo Muñiz, comisario ejidal de la Huazamota, zona indígena huichola, el bajo consumo de leche Liconsa no se debe a que la gente prefiera el refresco o a que los niños la rechacen. “Eso es falso. La leche es bienvenida, pero cuando tiene buen sabor.

(La leche Liconsa) tiene un sabor que no agrada, y por mucho que uno intente que los niños la beban, nomás no les gusta, sabe feo; pero pónganles otra leche (de marca comercial) y verá que se la toman, comentó.

Flavio Soto Gurrola, comisariado ejidal de Santa María de Ocotán, la comunidad más grande de la región tepehuana, dijo: La gente no le tiene confianza a la leche Liconsa. Quién sabe qué le ponen o si son los conservadores, pero la gente no la toma.

Explicó que las pequeñas tiendas de la región casi no venden leche porque no tienen refrigeradores, mientras el refresco aguanta toda clase de temperaturas.

El alcalde de Mezquital, Ismael Hernández Deras (hermano del ex gobernador de Durango, Ismael Alfredo), dijo que en la demarcación persiste una elevada desnutrición, sobre todo entre niños menores de cinco años.

Indicó que al menos 40 por ciento de la población está desnutrida, y el problema es aún más grave entre los menores que no están en albergues escolares, donde se les proporciona desayuno todos los días. Admitió que en ocasiones este es el único alimento del día.