La indignación, los reclamos y las movilizaciones sociales que prevalecen en México a raíz de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, Guerrero, en septiembre de 2014, dan cuenta de un renacimiento y transformación en este país.

Así lo afirmó la noche del miércoles el escritor y periodista estadunidense Francisco Goldman, colaborador del prestigiado semanario The New Yorker, durante una conversación pública con la internacionalista Julene Iriarte.

Fue la primera sesión del ciclo de conferencias Después de Ayotzinapa: conversaciones para repensar a México, organizado por el recientemente constituido proyecto cultural Horizontal, que busca constituirse en un espacio de reflexión y discusión de los temas actuales, mediante una publicación digital, un centro cultural y un café bar.

A partir de los trabajos que ha escrito para The New Yorker sobre el caso Ayotzinapa, Goldman afirmó que las protestas y manifestaciones sociales que se viven en el país desde la desaparición de esos 43 jóvenes dan sentido de que México sí se está moviendo, pero deja abierta una pregunta: ¿qué más?

En su opinión, las marchas de protesta que con ese motivo han tenido lugar en la capital del país son expresiones muy importantes, pero quizá lo son aún más todas esas acciones que tienen lugar en otros puntos de la República y que no son tan evidentes.

Interrogado por Iriarte, se dijo impresionado por la manera alternativa en que fluye aquí la información, sobre todo en páginas de Internet y redes sociales, y cómo de manera paulatina los medios oficiales y las televisoras públicas, en particular Televisa, han ido perdiendo credibilidad entre la población a partir de aquel incidente.

El gobierno pensó que la versión Televisa (sobre Ayotzinapa y las posteriores marchas de protesta que se han realizado desde esa tragedia) era algo que todo mundo se iba a tragar, pero fue una estrategia fallida, afirmó.

Aunque aceptó que hay excepciones, el autor de Circuito interior consideró injustas la críticas contra los medios de información mexicanos y reconoció que en el país existen algunos de los profesionales del periodismo más valientes, brillantes y entregados del mundo.

Condenó el elevado número de asesinatos, desapariciones y amenazas contra periodistas en México y señaló que esto es parte del gran problema de impunidad insólita que aquí prevalece.

Evidenció la paradoja que impera en esta nación, luego de que el actual gobierno hace un gran esfuerzo por convencer al mundo de que es un país moderno, pero no protege a quienes desarrollan el ejercicio periodístico.

“No hay país moderno que deje que se mate a periodistas; no hay país moderno que no sepa cómo convivir con la crítica y no hay país moderno que deje impune el asesinato y la desaparición de periodistas. Pasa en Afganistán, en Pakistán… pero ni en Guatemala sucede a tal nivel”, recalcó.

Después de Ayotzinapa: conversaciones para repensar a México será los miércoles a las 20 horas en el piso 28 de la Torre Latinoamericana, durante 11 semanas más. La entrada es libre.