Vientos electorales en el DF
Los que aspiran
a temporada electoral trae consigo los vientos que moverán el árbol de la política en esta ciudad, y que habrán de configurar nuevos perfiles de trabajo, tanto en el gobierno central como en los partidos políticos, donde más de una decena de delegados habrá de renunciar.
Las perspectivas, desde el mejor punto de vista de hoy, hablan de que el Partido Acción Nacional está totalmente desfondado, mientras la labor del Revolucionario Institucional, a partir de los trabajos de Roberto Campa desde la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana de Gobernación, ha permitido que tenga alguna posibilidad, en tanto que el PRD se va a pique, y sin remedio sólo espera el momento adecuado para su funeral.
No, no será en esta elección. Si algo ha demostrado ese partido es que es capaz de alimentarse con cualquier bazofia política o con acuerdos inconfesables y vergonzosos que lo han colocado, primero, fuera de la izquierda, y luego, fuera de las preferencias políticas de muchos habitantes del DF, pero que le han permitido sobrevivir. A fin de cuentas, su objetivo principal es seguir obteniendo los recursos que por ley recibe y que empleará, seguramente, en alguna compra de votos.
Pero en el PRI las cosas no están tan bien. Por lo pronto, el dinero y el tiempo que ha gastado en tratar de colocar a Xiu Tenorio como posible candidato para la delegación Benito Juárez fueron tirados al caño por que ese sujeto. Xiu, el de los movimientos gelatinosos frente a las pantalla de televisión, ha creado tan mala fama entre las organizaciones no gubernamentales que le saben muchas cosas y será, si se empeña en seguirlo apoyando, un cartucho quemado.
Y bueno, la sorpresa sería que Roberto Campa, el subsecretario de Gobernación que ha trabajado duro en el DF, quisiera competir para gobernar la ciudad de México. Hace tiempo Campa, que ya no milita en el PRI, se prometió nunca jamás ir a una elección, y menos en el DF. Pero sería un aspirante con muchas posibilidades de triunfo y es muy probable que sea el único funcionario federal con saldo a favor. Pero para esa competencia, por la jefatura de Gobierno, aún falta tiempo.
Si echa uno una mirada a las más frescas mediciones, resulta que, por ejemplo, en cuanto a transparencia en los portales de información de las dependencias dedicadas al desarrollo social, la secretaría dedicada a eso en el ámbito federal, que dirige Rosario Robles, se halla en el último lugar, mientras otras tres entidades, entre ellas el DF, están en el número uno.
Entonces uno se explica por qué el PRI no parece tener muchas posibilidades, aunque hay quien asegura que conseguiría muy buenos números en, por ejemplo, Milpa Alta y tal vez logre algo más en Magdalena Contreras, Tláhuac y en alguna otra delegación de la periferia.
Así las cosas, la opción parece estar en Morena, cuando menos en el DF. Salvo algunas necedades, como la de Ricardo Monreal para Cuauhtémoc, nadie puede discutir, por ejemplo, que Clara Brugada se ha ganado a pulso regresar como campeona a Iztapalapa, sobre todo que en cuanto a honestidad no tiene rivales. Por eso su triunfo no parece nada difícil.
De pasadita
Lo que debe estar en primera línea es la decisión del senador Mario Delgado de dejar por convicción, por honestidad ideológica y porque ya no lo soportaba, al PRD. Desde hace meses la posibilidad se venía cocinando entre el propio Delgado y Andrés Manuel López Obrador. Por fin se concretó y lo que parece muy cierto es que, aunque no se pueda, varios senadores estarían caminando por el sendero por el que se adelantó Delgado, y de facto la fracción de Morena en el Senado ya está creada, revise si no los nombres.
