Civiles la tomaron en diciembre; pedían retirar fuerzas federales y reconocerlos como autodefensas
Miércoles 7 de enero de 2015, p. 13
Elementos del Ejército y de la Policía Federal (PF) desalojaron la presidencia municipal de Apatzingán, Michoacán, y se enfrentaron contra quienes ocupaban el inmueble (presuntos ex autodefensas y ex integrantes del grupo especial Fuerza Rural G-250), con saldo oficial de nueve muertos, aunque fuentes policiales consultadas por La Jornada reportaron 11 fallecidos y 10 lesionados, dos militares incluidos y otros tantos de la corporación.
El Ministerio Público Federal anunció que atraerá las investigaciones por el enfrentamiento. La Procuraduría General de la República (PGR) y justificó el inicio de una averiguación previa por la significativa cantidad de armas
que se utilizaron.
Los civiles tomaron la alcaldía el 22 de diciembre para exigir el retiro de las fuerzas federales y ser reconocidos como autodefensas de Apatzingán, sobre todo después de que 250 elementos del grupo especial de la Fuerza Rural fueron despedidos el 15 de diciembre debido a que ya no se requerían para la persecución de integrantes de Los caballeros templarios, según dijo entonces Alfredo Castillo Cervantes, comisionado para la seguridad de Michoacán.
Durante casi tres semanas, los manifestantes ocuparon la alcaldía, excepto el fin de año, cuando permitieron al ayuntamiento pagar sueldos y aguinaldos a los empleados. Sin embargo, realizado este trámite, el viernes pasado volvieron a ocupar el edificio.
Se resistieron al desarme
Según fuentes oficiales, a las dos de la madrugada de ayer llegaron los federales a desalojar y desarmar a los manifestantes, pero éstos se resistieron y se enfrentaron frente a la alcaldía, donde pereció un civil y seis quedaron heridos.
Según el comisionado Castillo Cervantes, quien durante el día dio entrevistas y encabezó una rueda de prensa en la Secretaría de Gobernación, en la ciudad de México, el primer deceso fue por atropellamiento, según la necropsia, que posiblemente pudo darse durante la fuga
de quienes tenían en su poder las instalaciones.
Fuentes consultadas por este diario refieren que uno de los heridos murió más tarde en el Hospital General, pero esto no fue confirmado por la autoridad federal.
Durante su intervención, los militares aseguraron 13 armas largas, una granada de fragmentación y 23 vehículos –algunos con reporte de robo– que fueron trasladados a un corralón. A las siete horas, a fin de recuperar sus vehículos, los manifestantes siguieron por la avenida Constitución a los militares, quienes se dirigían a la 43 Zona Militar, pero unas cuadras adelante ocurrió otro enfrentamiento en el que murieron ocho civiles por arma de fuego, entre ellas dos mujeres, según Castillo.
Hubo cinco lesionados que fueron trasladados al hospital donde falleció uno más, según fuentes consultadas por este diario. Los cadáveres de las víctimas fueron trasladados a la capital del estado para los estudios periciales.
Trasladan a Morelia a 44 detenidos
Castillo Cervantes confirmó que en los enfrentamientos murieron nueve civiles y resultaron heridos dos militares y otros tantos de la PF; 44 personas fueron detenidas y trasladados a Morelia para ponerlos a disposición de la PGR por su probable participación en el enfrentamiento. Cuando predominó la calma, se realizó un operativo para proteger a la población, mientras los militares intensificaron la vigilancia en esta población de 130 mil habitantes.
El 23 de diciembre pasado, tras las escaramuzas del 16 de diciembre en La Ruana, en Buenavista Tomatlán, el comisionado Castillo anunció que la Fuerza Rural ya no se haría cargo de la seguridad de Apatzingán, La Ruana y La Mira, municipio de Lázaro Cárdenas, y a partir de ese día las responsables eran las fuerzas federales.
El funcionario declaró que el tema de la violencia en Michoacán está muy focalizado
y la estrategia federal ha dado resultados; prueba de ello, agregó, es que en 2014 el problema se tenía en 29 municipios y hoy se circunscribe a sólo a tres de la región de Tierra Caliente. Se hacían labores de inteligencia para detener a Servando Gómez Martínez La Tuta, y otros cabecillas templarios, por lo que ya no era necesario desplazar a tantos rurales, señaló.
Pese a las 11 muertes de la refriega armada entre fuerzas rurales en La Ruana, en diciembre pasado, y el de ayer en Apatzingan, éste con saldo de nueve muertos, el comisionado señaló que la situación se debe más a un problema de conflictividad social
que al de seguridad pública o presencia del crimen organizado. Por uno o dos episodios no podemos generalizar al estado de Michoacán
, afirmó.