Ofrecen cursos a policías y trabajadores de las procuradurías
Miércoles 7 de enero de 2015, p. 12
Especialistas en diversas disciplinas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan con una rama de la ingeniería conocida como lingüística forense para colaborar en la detección de fraudes, filtración de información en las empresas y autoría de textos o plagios.
Esa estrategia permite identificar entre 50 mil correos electrónicos uno en el que haya sospecha de fraude.
Gerardo Sierra Martínez, integrante del grupo de ingeniería lingüística del Instituto de Ingeniería de esa casa de estudios y líder del proyecto, explicó que se han efectuado estudios de fonética forense para, por ejemplo, determinar cómo una prótesis dental cambia la forma de hablar de una persona y qué trucos se pueden utilizar para aparentar otra forma de expresarse.
En lingüística forense, explicó Sierra Martínez, se plantean temas como argumentación jurídica, fonética forense, detección de paráfrasis, perfil lingüístico, lenguaje de procedimiento judicial, lenguaje legal y atribución de autoría. Y se resuelven problemas que no pueden ser abordados por una persona; por ejemplo, el análisis de 20 mil o 100 mil correos electrónicos de una empresa para detectar si hay filtración de información o se incurre en un fraude.
Un problema típico a resolver en esa área es descubrir quién escribió un documento o dijo algo. Como un mensaje que deja un grupo criminal, en el que se puede averiguar el perfil del o los autores por la forma en que se escribe: conocer el género, el grupo etario, el nivel socioeconómico y cultural, y si fueron una o varias personas.
La UNAM informó que esas investigaciones se han realizado con patrocinio del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la casa de estudios.
Se ha tenido un acercamiento con las policías y procuradurías de Justicia para ofrecer cursos sobre fonética forense; se está por iniciar colaboraciones con la Comisión Nacional de Seguridad, que será coordinada por el grupo de ingeniería lingüística, en el que participarán expertos de otras instituciones.