Nombra a 15 miembros del Colegio Cardenalicio; uno es mexicano
Lunes 5 de enero de 2015, p. 20
Roma.
El papa Francisco advirtió este domingo que no existe futuro ni proyectos posibles sin paz, y lamentó el silencio cómplice
de quienes contemplan la violencia sin hacer nada para frenarla, durante una jornada en la que anunció el nombramiento de 15 nuevos cardenales electores, de los cuales tres son de América Latina, entre ellos un mexicano.
Los hombres hablan mucho de la luz, pero a menudo prefieren la tranquilidad de la oscuridad, a menudo preferimos la guerra en vez de la paz, observamos en silencio cómplice o no hacemos nada concreto para construir la paz
, deploró el pontífice en su reflexión dominical, antes de bendecir a una multitud congregada en la Plaza de San Pedro.
En pleno 2015, dijo el Papa, todavía muchos conflictos bélicos llenan de sangre la historia de muchas poblaciones del mundo y por ello debemos convencernos de que la concordia siempre es posible
.
Durante la oración del Ángelus, el Papa confirmó su voluntad de abrir la Iglesia a las regiones más alejadas de su centro institucional, al dar a conocer la nominación, el próximo 14 de febrero, de 20 nuevos purpurados, cinco de ellos mayores de 80 años (no electores). El Papa argentino volvió a innovar, como en febrero de 2014, eligiendo a prelados de diócesis de las que nunca había salido ningún cardenal.
Soane Patita Paini Mafi, obispo de Tonga, será el primer cardenal proveniente del archipiélago del océano Pacífico, y a sus 53 años será el purpurado más joven del colegio cardenalicio. Otro nombrado es John Atcherley Dew, de Nueva Zelanda.
El arzobispo de Rangún, Charles Maung Bo, se convertirá en el primer cardenal birmano en la historia de la Iglesia. Con monseñor Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, de Bangkok, y monseñor Pierre Nguyen Van Nhon, de Hanoi, el pontífice reforzó la presencia asiática en el seno del colegio cardenalicio.
Alberto Suárez Inda, de Morelia (México), Daniel Fernando Sturla Berhouet de Montevideo y José Luis Lacunza Maestrojuán de David, Panamá, son los nuevos cardenales electores latinoamericanos, que se sumarán a José de Jesús Pimiento Rodríguez de Manizales, Colombia, y Luis Héctor Villalba de Tucumán, Argentina. El único uruguayo había sido Antonio María Barbieri, nombrado por Juan XXIII en 1958.
África tampoco fue olvidada: el pontífice designó al arzobispo de Santiago de Cabo Verde, Arlindo Gomes Furtado, al de Adis Abeba, Berhaneyesus Demerew Souraphiel, y al de Marruecos, Dominique Mamberti.
El arzobispo de Valladolid, España, Ricardo Blázquez Pérez; un portugués, el patriarca de Lisboa, Manuel José Macário do Nascimento Clemente; y los italianos Edoardo Meniccelli de Ancona-Osimo y Francesco Montenegro de Agrigento estarán entre los nuevos cardenales electores de Europa. En Italia se esperaba la nominación de Francesco Moraglia, el titular eclesial de Venecia, pero fue marginado. Asimismo, el elenco de los purpurados designados no incluyó ningún estadunidense.
Al hacer los nombramientos, el Papa excedió una norma que limita a 120 la cantidad de cardenales electores y la elevó a 125, lo que lleva a 228 la cifra total de purpurados. El Papa ha confirmado que no se siente ligado a la tradición de las sedes cardenalicias, que suelen recaer en grandes urbes como Bruselas o Venecia, que no tienen cardenal en este momento.