Opinión
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En el Chopo

El rock urbano y el otro

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Toño Lira, Charly Monttana, Luis Álvarez Haragán y Rod Levario, integrantes del llamado rock urbanoFoto Chelico
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valados por una inegable tradición rocanrolera, los jóvenes seguidores de este ritmo de diferentes generaciones en nuestro país han inventado –o aceptado– vocablos inherentes a sus gustos, por ejemplo: onda chicana, rock fresa, happy punk, rock rupestre; términos que han rolado en el subterráneo para diferenciar géneros emanados del rock. Pero un movimiento que identificó, y ha identificado, a chavos asistentes a los hoyos funky, a adolescentes de las zonas marginadas de las grandes urbes y a colectivos de diferentes culturas juveniles es un subgénero bautizado, por quién sabe quién, como rock urbano.

El rock urbano es un conglomerado de manifestaciones sonoras, letrísticas, artísticas y de vestimenta alrededor de esta música; igualmente, está compuesto de diferentes ritmos: hard rock, metal, pop disfrazado, punk, y de alguna manera, de música alternativa. En esta categoría –rock urbano– caben todos los ritmos que terminan hermanados en los espacios donde se tocan para disfrute de quienes los escuchan. Músicos, y sobre todo el público –la banda– asistente a esas tocadas han creado un movimiento singular: desde el diseño de los carteles que anuncian el toquín, la forma de vestir, la manera de bailar y hasta la de organizar y de echar desmadre durante el concierto es privativo de ellos. Es decir, el rock urbano es un ente singular que logra reunir a diseñadores, organizadores, músicos, asistentes y vendedores, quienes al final son muy cercanos entre sí y creadores de una estética y cultura propia.

Porque la justicia toma tiempo y yo no pienso esperar…

Actualmente, el rock urbano pareciera haberse contagiado de la crisis que padece el rock en general: las nuevas propuestas de los grupos noveles han tardado en ser aceptadas; no han llegado las bandas que sustituyan a las ya longevas, como Bostik, Haragán, Liranrol, Tex Tex, Transmetal, Charly Monttana, Rod Levario, Especimen; y se extrañan, y aún se cantan, las rolas tradicionales del Three Souls in my Mind. Los autores de nuevas canciones están en búsqueda de frases transgresoras, letras desafiantes que le lleguen al personal rocanrolero de manera directa. Vivir en México es lo peor/ nuestro gobierno está muy mal/ y nadie puede protestar/ porque lo llevan a encerrar. (Abuso de autoridad). Lugares comunes aparte, esta rola tiene 40 años y sigue vigente entre la banda y todavía es cantada en diferentes tocadas de rock mexicano, definición muy controversial, por cierto. Pero ahí está, existe, y como dijeran los clásicos, vox populi, vox dei. Y el rock mexicano, sobre todo el urbano, es nutriente de muchos chavos y una oferta musical del Tianguis del Chopo; en diferentes puestos aún se pueden encontrar discos compactos, devedés, carteles y libros. Radio Chopo también es el escenario natural para este rock sin complejos; además, deambulando por terrenos choperos, aparecen cualquier sábado algunos protagonistas del golpeado y desdeñado rock mexicano, que en este 2015, esperamos, resurja chido para bilis de algunos de sus detractores je je. Para estos, para aquellos y para ustedes, salú por los 15 que empiezan.