No exigen su libertad sino que se trata de una forma de resistencia
Viernes 2 de enero de 2015, p. 5
Nueve presos que están internados en reclusorios del Distrito Federal (DF) y Puebla por su participación en movilizaciones y protestas iniciaron desde el primer minuto del primero de enero una huelga de hambre indefinida con el propósito de señalar ante la opinión pública las irregularidades en sus respectivos procesos y la escalada de violencia
en el país, así como para mostrar que aún tras los muros y rejas de la prisión se pueden realizar acciones conjuntas y coordinadas
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Así se informó en conferencia de prensa en el plantón en solidaridad con las familias de los normalistas de Ayotzinapa que diversas organizaciones instalaron desde el lunes pasado frente a la sede de la Procuraduría General de la República (PGR), donde varios de sus integrantes, en un acto de solidaridad con las personas recluidas, realizaron ayer un ayuno de 12 horas, de ocho de la mañana a ocho de la noche.
Los autodenominados presos políticos que iniciaron esta acción son: Bryan Reyes y Fernando Bárcenas, presos en el Reclusorio Norte. El primero es un músico acusado de un intento de asalto a una policía federal. Fue detenido –se acusa– de manera ilegal y con violencia por agentes federales el pasado 15 de noviembre, junto a su compañera Jacqueline Santana. Bárcenas es estudiante del bachillerato universitario y fue detenido el 13 de diciembre de 2013, durante una de las marchas contra el alza al precio del boletos del Metro. Se le acusa de haber prendido fuego al árbol de Navidad de una empresa refresquera ese día.
También participan en la huelga de hambre dos jóvenes presos en el Reclusorio Sur: Jesse Alejandro Montaño, quien se ha sumado a varias movilizaciones y que fue detenido en junio de 2014, sentenciado a más de 8 años de cárcel por su aparente participación en disturbios durante la marcha de protesta por el primer Informe de gobierno de Enrique Peña Nieto en 2013. Asimismo Luis Fernando Sotelo, señalado por las autoridades de participar en la quema de una unidad de metrobús en las inmediaciones de Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México el 5 de noviembre de 2014.
Presos en cárceles de Puebla también se sumaron a la acción. Se trata de los cuatro activistas del Movimiento por una Cholula Viva y Digna encarcelados por participar en la toma de la presidencia municipal para protestar contra el proyecto Parque Intermunicipal. Se trata de Adán y Paul Xicale y Pione y Albino Tlachi, aprehendidos en octubre pasado. Se les imputa despojo, ataques a las vías de comunicación, motín, delitos contra el orden constitucional y daño en propiedad ajena.
Asimismo, participa en la huelga de hambre Rubén Sarabia Sánchez, Simitrio, líder de la Unión Popular de Vendedores y Ambulantes 28 de Octubre, opositor a administraciones priístas y hoy a la del actual gobernador Rafael Moreno Valle. Fue detenido hace unos días y recluido en un penal de Puebla acusado de varios delitos, entre ellos robo de auto y privación ilegal de la libertad.
Durante la conferencia se realizaron varios enlaces telefónicos con algunos de estos presos. Bryan Reyes explicó que la finalidad de esta acción no tiene como objetivo formular peticiones de libertad al Estado, de ser así no haríamos más que reconocerlo y justificarlo. Es una reivindicación de la huelga de hambre como una forma de resistencia desde los muros en los que nos encontramos
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