Por quinta ocasión, encabezó la gala con la Filarmónica de Viena
Viernes 2 de enero de 2015, p. 5
Viena.
Alegre y con suaves semitonos: la Filarmónica de Viena saludó hoy 2015 con su tradicional concierto de Año Nuevo, en esta ocasión bajo la magistral batuta de Zubin Mehta.
Es la quinta vez que el director de origen indio se pone al frente de esta ceremonia, a la que imprimió su sello personal en medio de los tradicionales valses y polcas de la familia Strauss.
La gran sala de la Musikverein, de Viena, se convirtió hoy en un mar de color gracias a las 30 mil flores amarillas, rojas y rosas que rememoraban las raíces de Mehta, nacido en Bombay en 1936.
El comienzo del concierto, con la obertura Una mañana, una tarde y una noche en Viena, de Franz von Suppé, guarda una estrecha relación con varios momentos de la vida del director. Mehta llegó a la capital austriaca en 1954 y estudió en el Conservatorio de Música de Viena.
En 1961 se puso por primera vez al frente de la filarmónica, a la que ya dirigió en el concierto de Año Nuevo en 1990, 1995, 1998 y 2007.
Aquí hago música con amigos. No es una relación cualquiera entre orquesta y director
, afirmó el maestro, de 78 años, antes del concierto.
Sin asomo de vanidad, Zubin Mehta dirigió hoy con vitalidad exultante a la Filarmónica de Viena. Junto con los cuatro integrantes de la familia Strauss –Johann, Johann, Josef y Eduard– y Suppé, el director hizo hueco también para el Strauss del norte, Hans Christian Lumbye.
Mientras la orquesta tocaba su Champagne Galopp, Mehta repartió vasos de champán entre los músicos, que cantaron a voz en cuello.
En el programa de este año figuraron cinco piezas que nunca se habían tocado en el concierto de Año Nuevo. En homenaje al 650 aniversario de la Universidad de Viena y a los 200 años de existencia de la Universidad Técnica, la orquesta tocó las polcas Estudiantes y Electromagnética, de Johann Strauss hijo.
En 90 países, 50 millones de espectadores
El coreógrafo Davide Bombana escogió además como escenario la Universidad de Viena para grabar en septiembre la puesta en escena de la polca Estudiantes y el vals Vino, mujer y canto, también de Johann Strauss hijo.
Las piezas, interpretadas por los solistas del ballet de Viena, se mostraron hoy en la tradicional Musikverein.
Alrededor de 50 millones de personas siguieron esta 75 edición del concierto de Año Nuevo a través de la televisión en unas 90 naciones, entre ellas, por primera vez, en Bahamas.
Como manda la tradición, el concierto concluyó con la interpretación de El Danubio azul y de la Marcha Radetzky, en la que Zubin Mehta dirigió también al público mientras éste acompañaba a la orquesta con sus aplausos.
El primero de enero de 2016 se pondrá al frente de la filarmónica el director letón Mariss Jansons, quien repite después de haberla encabezado en 2006 y 2012.