Hilda Tenorio, con cabeza; Lupita López, solvente; Karla de los Ángeles, dos cornadas
Encierro con edad y trapío, pero manso, de Guadiana
Salen al tercio dos banderilleros
Lunes 29 de diciembre de 2014, p. a35
Hasta siete heridos desfilaron por la enfermería del coso de Insurgentes la tarde de ayer: Karla de los Ángeles, que tomó la alternativa, con dos cornadas de su primero, una en el muslo derecho y otra en el glúteo del mismo lado; el monosabio Federico Domínguez, Gamucita, quien con todo y puro en la boca fue herido en el glúteo derecho mientras cargaba a Karla con otros dos compañeros, uno de los cuales sufrió fuerte golpe en el pecho; el aficionado Gonzalo Martínez, lastimado de la mano izquierda por el cuarto, que saltó al callejón; y otros tres monosabios lastimados por el quinto, que también brincó las tablas: César Sánchez, con graves fracturas en maxilar, nariz y base del cráneo, Sergio López y Guillermo Espinosa.
En la décima corrida de la temporada 2014-2015 en la Plaza México, desde hace 21 años sede permanente del Centro de Capacitación para Empresarios Taurinos de Lento Aprendizaje (Cecetla), se lidió un encierro muy bien presentado, con el trapío que sólo da la edad, de la ganadería zacatecana de Guadiana, fundada en 1937 por Lorenzo Garza Arrambide, con vacas y sementales de Torrecilla y San Mateo. Una década después la adquirió Jesús Cabrera Llamas, quien lidiando con su propio nombre dejó tardes memorables en los ruedos de México los siguientes 36 años. En 1983 la compró José Antonio Velázquez Pérez, y hace cinco años la tiene el minero y ahora ganadero coahuilense Armando Guadiana Tijerina.
Con tantos propietarios, criterios de empadres y cambios de ubicación, el estado actual de este hierro es, por decir lo menos, indefinido, propicio para el eventual lucimiento de toreros con mucho oficio, pero de ninguna manera para tres mujeres toreras de escaso rodaje y modesta administración, por lo que hay que preguntar: ¿a cuál de los cecetlos se le ocurrió armar tan desalmado cartel? ¿Así celebraron el Día de los Inocentes? ¿Los varones de luces se niegan a torear esto? ¿Esa es su idea de promover la fiesta?
Hicieron el paseíllo la michoacana Hilda Tenorio (28 años de edad y cuatro 10 meses de alternativa, con siete corridas en 2014), la yucateca Lupita López (36, tres años nueve meses de matadora y tres tardes), y la poblana Karla de los Ángeles (26 años y ocho novilladas este año), quien recibió la alternativa, más que por merecimientos por la mala conciencia de la empresa al haberla excluido del cartel de triunfadores de la pasada temporada novilleril, en que cortó una oreja.
A su explicable nerviosismo Karla añadió falta de oficio y escasez de sitio al no tomarle la distancia al único que enfrentó. Tras unas verónicas sin acomodo y una bella revolera ligada con la brionesa, vinieron algunos derechazos aislados, caída en la cara del toro sin consecuencias, pinchazo y cornada, nuevo volapié y segunda cornada. Pero en México la tauromafia decidió que los toreros no se hacen toreando sino en antesalas.
Hilda Tenorio, la madrina, con su primero logró algunas tandas mandonas y templadas por ambos lados, gracias a su cabeza y recursos. Mal con la espada, escuchó un aviso. En su segundo, cuarto de la tarde, sosote y rajado, buenos doblones, faena sin resultados y salida al tercio del banderillero Diego Martínez. El cierraplaza que correspondía a Karla no tuvo un pase.
Lupita López, con carisma, desenfado e idea de la lidia, veroniqueó con aseo a su deslucido primero, toreándolo con acierto a media altura, siempre quieta pero evidenciando su escaso rodaje. Empeñosa anduvo con su deslucido segundo, en el que Christian Sánchez fue ovacionado por preciso par. Feliz año, etcétera.