Fue secuestrado el pasado domingo en Ciudad Altamirano
Según testimonios, fue obligado a salir del seminario en su camioneta
Viernes 26 de diciembre de 2014, p. 4
Chilpancingo, Gro.
El sacerdote Gregorio López Gorostieta, quien se encontraba desaparecido desde el domingo pasado, fue hallado muerto de un balazo en la cabeza en el poblado Colonia Juárez, del municipio de Tlapehuala, en la región de Tierra Caliente, informó la diócesis de Ciudad Altamirano, a la cual pertenecía.
Según testimonios de seminaristas, difundidos ayer por Maximino Martínez Miranda, obispo de Ciudad Altamirano, López Gorostieta fue secuestrado la noche del día 21 en Altamirano, adonde llegó casi a la medianoche, después de haber celebrado varias misas en la catedral.
Algunos seminaristas que iban llegando de las diferentes parroquias vieron entre la oscuridad que algunas personas extrañas merodeaban por el lugar. Todo indica que al padre Gregorio lo obligaron a salir en su camioneta
, señaló.
Asimismo, dijo que después de recabar versiones de seminaristas y religiosas se llegó a la conclusión de que personas ajenas al seminario estuvieron revisando las instalaciones la tarde y noche del pasado domingo
.
Sus familiares hallaron el cuerpo este jueves, y a las 16:40 horas fue trasladado al Ministerio Público de Chilpancingo.
Hoy comunico con profundo dolor que nuestro hermano, el padre Gregorio López Gorostieta, ha partido a la casa del Padre; con fe puedo decir que está gozando de la presencia de Dios. Dios perdone a quien hizo tan aberrante acción. Se velará hoy en el seminario de Ciudad Altamirano y mañana temprano (viernes) saldrá el cuerpo a su parroquia de Nanchititla
, señala el comunicado de la diócesis difundido la tarde del jueves.
Apenas el miércoles, Maximino Martínez Miranda encabezó una manifestación en la cabecera de Ciudad Altamirano, en la que participaron más de 300 feligreses, para exigir la liberación del cura.
Basta ya, es el grito de todos los obispos de México y de esta diócesis. Basta de los que provocan desigualdad, corrupción, impunidad, complicidad y a la vez indiferencia, que lo único que han ocasionado es violencia, temor y desaparición
, decía el comunicado difundido luego de la desaparición del cura.
Martínez Miranda había informado que por la espiral de violencia en esa zona de Guerrero, colindante con Michoacán, habían tomado medidas preventivas para proteger su integridad física, como rotular los automóviles que utilizan, evitar viajar de noche y notificar el lugar al que se trasladaban.
López Gorostieta fue formador en el seminario La Anunciación.
En septiembre pasado, el cura Ascención Acuña Osorio fue encontrado sin vida a orillas del río Balsas, en la cabecera municipal de San Miguel Totolapan, en la Tierra Caliente, dos días después de haber sido secuestrado.
(Con información de la Redacción)