Marrakech.

Real Madrid cerró un año redondo con el único título internacional que le faltaba, al derrotar 2-0 al argentino San Lorenzo de Almagro en la final del Mundial de Clubes. En el lado opuesto, Cruz Azul fracasó en su intento de conquistar el tercer puesto tras perder ante el Auckland City de Nueva Zelanda en la ronda de penales.

El duelo del conjunto merengue fue resuelto con las anotaciones de Sergio Ramos, al minuto 37, y de Gareth Bale (51).

Con este resultado el cuadro madridista selló una secuencia de victorias, pues en mayo pasado conquistó su décima corona de la Liga de Campeones y con el triunfo de hoy alzó por primera vez el trofeo del Mundial de Clubes. El equipo español ganó en tres ocasiones la Copa Intercontinental, el torneo que precedió al llamado mundialito.

Naturalmente estamos muy contentos por terminar el año con este título, comentó el técnico del cuadro blanco, Carlo Ancelotti.

Ramos, quien también anotó en la victoria 4-0 sobre Cruz Azul en las semifinales, recibió el Balón de Oro al mejor jugador de la final. Está claro que este campeonato es fruto del esfuerzo y del sacrificio de la campaña anterior. Es un año inmejorable, comentó el jugador.

Su compañero Toni Kroos firmó 12 meses inigualables: conquistó el Mundial de Clubes en diciembre del año pasado, después la Bundesliga con Bayern Munich y en julio la Copa del Mundo con la selección de Alemania.

Para el colombiano James Rodríguez, quien llegó al Real Madrid después de brillar en el Mundial de Brasil, fue su primer título con los merengues.

Chicharito estuvo en la banca

En cambio, el atacante mexicano Javier Chicharito Hernández se quedó sin disputar el título contra el conjunto argentino, al igual que en las semifinales, en las que estuvo en el banco de suplentes.

Los merengues suman 22 triunfos consecutivos en todas las competencias, lo que representa un récord para el equipo español.

Por otro lado, Cruz Azul no pudo conseguir el tercer lugar en la competencia, al caer por penales –4-2, tras empatar 1-1 en el tiempo reglamenteario– ante Auckland City, equipo semiprofesional cuyo presupuesto es de un millón de euros.

Los neozelandeses se adelantaron por conducto de Ryan De Vries al minuto 47, pero el ecuatoriano Joao Rojas (57) puso el empate con el que acabaron los 90 minutos.

Sin llegar alargue, el partido fue directamente a una resolución por penales y allí fallaron Mauro Formica e Ismael Valádez, quienes condenaron al campeón de la Concacaf.

Este tercer puesto para el Auckland es la clasificación más brillante en la historia del torneo para un equipo de Oceanía, un continente que nunca había llegado a las semifinales. El propio Auckland tenía el quinto puesto del Mundial de 2009 como su actuación más brillante en sus seis participaciones anteriores.

En tanto, el equipo mexicano firmó un papel decepcionante en un torneo que disputaba por primera vez y en el que se instaló en un discreto cuarto lugar, sin poder igualar los mejores resultados del país, las terceras plazas de Necaxa en 2000 y de Monterrey en 2012.

Las reacciones de decepción llegaron tras la derrota cementera. Un referente celeste, el ex delantero Carlos Hermosillo, publicó su malestar con mensajes en su cuenta de Twitter, aunque refrendó su lealtad al equipo: Seguimos dando vergüenza, que mal caray, que fracaso, fueron de paseo. Otro fracaso rotundo.

El defensa Francisco Rodríguez dijo que no existían excusas: Claro que es un fracaso rotundo.

El técnico Luis Fernando Tena admitió que el balance fue malo en el Mundial de Clubes, en el que ganaron un partido de último minuto ante el Sydney, para caer después ante Real Madrid y perder el tercer lugar ante el equipo neozelandés.

Nos vamos con mal sabor de boca, con la frustración de no haber conseguido este tercer lugar que era muy importante, dijo en conferencia de prensa.