La sociedad mexicana está lastimada, conmovida y enojada por los hechos inaceptables y de barbarie ocurridos en Iguala y que ponen en evidencia la debilidad de nuestras instituciones, particularmente en el orden municipal, describió el presidente Enrique Peña Nieto.

Al encabezar la sesión 37 del Consejo Nacional de Seguridad Pública, calificó a la población del país como incrédula, desconfiada y marcada por una demanda: dónde están nuestras instituciones, las del Estado mexicano, que nos generen un clima de tranquilidad, de paz y en la que cada mexicano pueda hacer lo que esté en su deseo realizar y materializar como proyecto de vida.

El presidente reiteró en Los Pinos, ante los mandatarios locales del país, su planteamiento de asumir de manera corresponsable las tareas de seguridad y de procuración de justicia.

Que nadie suponga que vendrá otra instancia, que vendrán las fuerzas armadas, que vendrá la Policía Federal a relevarnos de las tareas de seguridad que son propias de los estados, expresó.

Se centró en la fragilidad de los municipios, aunque también admitió debilidad en los niveles estatal y federal. Los ayuntamientos, aceptó, fueron dotados de responsabilidades cuando se vivía un México muy distinto.

“Hoy estamos viviendo en pleno siglo XXI y las capacidades del crimen organizado son mayores y sofisticadas; en consecuencia, el Estado mexicano debe tener mayor capacidad para hacerle frente’’, alertó.

Y si bien las referencias del mandatario hacia los sucesos de septiembre en Guerrero fueron puntuales, no fueron así de directas sobre la adquisición de propiedades inmobiliarias de su esposa, Angélica Rivera, y del titular de Hacienda, Luis Videgaray, (ahí presentes) a la empresa Higa, contratista del gobierno federal.

De manera general, Peña abordó el tema del combate a la corrupción por medio de un sistema nacional estructurado, donde para combatir ese fenómeno, todos se conviertan, de forma cotidiana, en fiscalizadores de autoridades y de agentes sociales que estén implicados en temas de corrupción. Es una tarea de todos.

Como el resto de los participantes, Peña Nieto elogió la labor de las fuerzas armadas, porque han acompañado y no han dejado solas a las demás instituciones encargadas de seguridad, les han dado mayor capacidad en el control territorial y para hacer frente al crimen organizado, en lo que no debiera ser estrictamente su responsabilidad, que es la seguridad nacional y la defensa de nuestra soberanía.

El presidente Enrique Peña Nieto encabezó la 37 sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública en el salón Adolfo López Mateos de Los PinosFoto Francisco Olvera

Reconoció su trabajo y aseguró que han cumplido, pero también ha habido hechos aislados que han manchado a nuestras instituciones y especialmente a nuestras fuerzas armadas, aceptó.

La vigencia del estado de derecho no puede quedar como retórica común, debe generar el cumplimiento puntual de la ley en todo el territorio nacional. Y aunque ha habido avances, añadió, no son suficientes y menos nos sentimos satisfechos por lo logrado.

Pidió un ejercicio de reflexión a partir de las voces de la sociedad civil y mostrar capacidad para dar respuesta a la demanda ciudadana.

El mandatario se refirió a los acuerdos específicos alcanzados en los distintos niveles de la seguridad y llamó a hacer mucho más, pues mientras en el pasado se creyó que sería suficiente sólo con certificar a las policías, está muy claro que no bastó. En los hechos ocurridos en Guerrero, un alto porcentaje de los policías estaban certificados en el tema de confianza y, sin embargo, ahí están los resultados, los muy lamentables hechos de Iguala.

Además, hizo suya la expresión del gobernador de Morelos, Graco Ramírez: aquí no pueden caber excusas ni disculpas o suponer que alguien venga al relevo de la responsabilidad que puntualmente tiene cada orden de gobierno.

También refrendó la encomienda a la Procuraduría General de la República (PGR) para resolver el caso de Iguala con un despliegue de fuerzas que no tiene precedente en la historia del país, porque se trata de un hecho que nos ha cimbrado a todos, a las instituciones y a la sociedad.

El silencio de Murillo Karam

Aunque en el programa oficial se anunció la intervención del titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, ésta no se dio.

Respecto de las propuestas formuladas en su decálogo del pasado 27 de noviembre, el mandatario convino: será un proceso complejo, pues de ser fácil ya se hubiese instrumentado, pero estamos resueltos a que se logre.