Viernes 19 de diciembre de 2014, p. 37
Bogotá.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pidieron perdón este jueves por su responsabilidad en un hecho de guerra de hace 12 años en el que perdieron la vida más de 100 personas.
En mayo de 2002, las FARC combatieron a paramilitares y más de 200 civiles se refugiaron en una iglesia en Bojayá, departamento de Chocó. Los rebeldes lanzaron un cilindro de gas que cayó en el templo con saldo de 119 muertos y 114 heridos.
Declararlo hoy no repara lo irreparable ni borra el sufrimiento de las familias (...) ojalá seamos perdonados
, dijo el comandante guerrillero Pablo Catatumbo.
Mientras, el presidente Juan Manuel Santos calificó de regalo de Navidad
el cese del fuego indefinido y unilateral declarado la víspera por el grupo, pero advirtió que continuarán los ataques a la organización porque es su obligación garantizar la seguridad de los colombianos.