Marrakech.

San Lorenzo de Argentina sufrió pero se impuso 2-1 en tiempos extras al Auckland City, un equipo semiprofesional de Nueva Zelanda, para avanzar a la final del Mundial de Clubes.

La condición de favorito que ya tenía Real Madrid para la final del sábado quedó reforzada con el desgaste físico del rival. Además de contar con un día menos de descanso, San Lorenzo trabajó de más para superar a un equipo en el que sólo algunos futbolistas cobran por jugar.

El conjunto oceánico estuvo cerca de colarse a la disputa por el título, lo que habría derivado en un inesperado capítulo de la lucha entre David y Goliat.

Un tanto del español Ángel Berlanga hizo que el marcador terminara empatado 1-1 después del tiempo regular. Pablo Barrientos había puesto en ventaja a San Lorenzo. Sin embargo, Mauro Matos fue el héroe con potente disparo al minuto 93, que significó el tanto de la diferencia.

Por lo que se refiere al Cruz Azul de México –que perdió 4-0 ante Real Madrid– en el equipo reconocen que se desaprovechó la ocasión de tener una mejor actuación en el Mundial de Clubes, aunque ahora el desánimo debe evitarse para regresar al país con –por lo menos– el tercer sitio que disputarán al Auckland City.

Para el celeste Marco Fabián, la participación en este certamen es una experiencia. Pudo hacerse más, supimos que en algún tiempo del partido estuvimos al parejo de ellos, pero no se aprovechó y lamentablemente ellos concretaron las jugadas que tuvieron.

Su compañero Alejandro Vela reconoció que el futbol europeo está muchos pasos arriba del nuestro, lo que quedó demostrado con la abultada derrota sufrida ante el conjunto español, cotejo en el que aprovechó para solicitar un autógrafo a su compatriota Javier Chicharito Hernández.

Por otro lado, en Holanda, el sindicato internacional de futbolistas (FIFPro, por sus siglas en inglés) pidió a la FIFA investigar por qué se jugó un partido del Mundial de Clubes de Marruecos en un terreno potencialmente peligroso, encharcado por el agua de las fuertes lluvias.

El FIFPro expuso que permitir que el partido de cuartos de final entre Cruz Azul y Western Sydney Wanderers siguiera disputándose en Rabat en esas condiciones el pasado sábado supuso una seria amenaza a la salud y seguridad de todos los jugadores.

El equipo mexicano ganó 3-1 en tiempo extra con los jugadores chapoteando en grandes charcos que cubrían la cancha.