Pasará a la Cámara de Diputados; también prohíbe monopolios
Miércoles 17 de diciembre de 2014, p. 30
Montevideo.
El Senado uruguayo aprobó este martes con 16 votos en favor y 10 en contra la ley de medios, cuyo objetivo es garantizar la libertad de expresión, de información y de opinión, fija normas contra la acumulación de medios por una misma empresa y favorece la producción de programas nacionales. Horas antes, el presidente saliente José Mujica manifestó su rechazo a que empresas extranjeras se adueñen de los medios de comunicación.
La ley deberá pasar ahora por la Cámara de Diputados para su aprobación definitiva, lo que, según anunciaron distintos voceros oficiales, ocurrirá antes de que termine el año.
La ley cuenta con 186 artículos que establecen que los medios deberán promover la diversidad cultural y la identidad nacional y prohíbe la censura.
Según el proyecto, se creará un Consejo de Comunicación Audiovisual que sancionará a los medios e incluso revocará sus licencias, según las faltas que cometan. Tendrá cinco miembros, uno elegido por el presidente y cuatro por el Parlamento. También establece que una persona física o jurídica no puede ser titular, total o parcial, de más tres empresas de radio o televisión abierta, ni de más de seis licencias para prestar servicios de televisión por cable, entre otros.
La oposición votó en contra y cuestionó la iniciativa porque a su parecer abre la puerta al control político de los medios, tiene artículos que podrían restringir la libertad de expresión y otros que violan la constitución.
Horas antes, el presidente José Mujica afirmó que la ley de medios apunta a evitar que los medios de difusión vayan a parar a manos de poderosos grupos extranjeros.
Yo no quiero que grupos como Clarín (Argentina), Globo (Brasil) o (Carlos) Slim (México) se hagan dueños de las comunicaciones en Uruguay
. Para el mandatario existe una amenaza de que los medios locales terminen en manos de algún grupo o poder de fuera del país.
En otro tenor, Mujica señaló que los seis ex reos de la prisión de Guantámo, Cuba, que llegaron a Uruguay el domingo pasado como refugiados, no estuvieron involucrados ni facilitaron actividades terroristas contra Estados Unidos, sus socios o aliados
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