Martes 16 de diciembre de 2014, p. 3
Washington.
Los científicos a menudo prueban fármacos en ratones. Ahora, algunos enfermos de cáncer hacen lo mismo con la esperanza de curarse.
Estos pacientes pagan a un laboratorio privado para que críe ratones a los que se han hecho pequeños injertos de los tumores de esos enfermos a fin de que se prueben primero los tratamientos en los roedores personalizados.
El objetivo es ver qué fármaco puede funcionar mejor en el cáncer específico de un individuo.
Centenares de personas han recurrido en los años recientes a los ratones avatar
para probar las quimioterapias.
Sin embargo, no hay garantías al ciento por ciento con los ratones.
Es insuficiente la ciencia
para indicar qué tan bien funcionará el método, y hay que considerarlo altamente experimental, declaró el doctor Len Lichtenfeld, subdirector médico en la Sociedad Estadunidense de Cáncer.