Los defensores de derechos humanos nos enfrentamos a ser criminalizados e investigados por los aparatos de espionaje político del Estado por denunciar violaciones a las garantías individuales y documentar detenciones arbitrarias en contra de manifestantes, advirtió Antonio Cerezo.

En general, la política del Estado tanto en el ámbito federal como en los estados es hostigar, amenazar y torturar a las personas que van a las marchas, aseguró el activista del Comité Cerezo.

En conferencia para anunciar la convocatoria al 13 premio nacional de Derechos Humanos Don Sergio Méndez Arceo, Soila Luna, del comité organizador de la presea, señaló que la concatenación de las reformas estructurales que el gobierno federal comenzó en 2012 “han desembocado en una coyuntura de violencia sistemática de los derechos humanos en el país.

Hemos visto cómo se ha criminalizado y limitado el derecho a la protesta, se mantiene una estrategia de sembrar el miedo para mantener inmovilizada a la población, el espacio público es secuestrado a los intereses y negocios de las administraciones de los tres niveles de gobierno.

En el contexto del Día Mundial de los Derechos Humanos, indicaron que el deterioro de éstos es igual o más grave que en administraciones anteriores.

Acompañados por Gabriela Juárez, del Observatorio Eclesial, dijo que ahora llamarse anarquista pareciera un sinónimo de delincuente, ya que la lógica del Estado es establecer etiquetas y con ese pretexto criminalizar las protestas en las calles. A todas las personas se les deben respetar sus derechos, agregó.